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0-1 Gonzalo (min 20), 1-1 Pablo González (min 44)
Tras sumar 6 de 12 puntos en las últimas cuatro jornadas de Liga, el Calvo Sotelo Puertollano ha recibido en casa la visita del colíder, el Villacañas; rival de entidad para el que la motivación era un factor sobrante en la ecuación, porque se sobreentiende su presencia por sí sola.
Desde el inicio se vislumbró un choque que iba a ser sumamente igualado, con dos equipos obligados a ganar por razones bien distintas. Unos, jugándose el liderato; los mineros la permanencia matemática, además de apurar las opciones para poder mirar arriba.
Empezó bien el equipo de Javi Sánchez, que si bien no generó ocasiones claras, sí que tuvo más presencia en campo rival que el Villacañas. En el minuto 17, en la primera aproximación de peligro llegaba un gol de cabeza de Álvaro Rivera que el colegiado acabó anulando por fuera de juego previo.
Como respuesta llegaría el gol de Gonzalo que con un recorte en la frontal, se llevó a los dos centrales para plantarse delante de Alberto, poniendo el balón al palo largo, firmando un golazo que silenció a unas gradas del Cerrú acostumbrada este año a los jarros de agua fría.

A pesar de verse por detrás en el marcador, reaccionó bien el equipo de Javi Sánchez, haciéndose con el balón en el medio campo, mientras circulaban buscando algún espacio para hacer daño sobre la meta de Ángel.
En el minuto 44, llegaría el gol del empate para el Puertollano, tras una buena jugada iniciada por Rivera, que culminó Pablo González, con un buen disparo cruzado que hacía justicia a lo que se estaba viendo en el verde.
El Calvo Sotelo Puertollano jugó en superioridad media hora
La segunda mitad mantuvo el guion con el que acabó los primeros cuarenta y cinco minutos, con un equipo local llevando el ritmo del encuentro y siendo más insistente sobre el campo contrario, aunque sin acierto sobre la portería.
Lo intentó con algunos tiros desde la frontal del área, pero realmente, no hubo sensación de claro peligro. En el minuto 60, una doble amarilla dejó a Villacañas con un hombre menos sobre el verde, por expulsión de Molina.
Sánchez movió el banquillo dando salida a Dani Sales, un cambio de piezas que fue contestado por Fernando Lominchar con un triple cambio para oxigenar la medular, sabedor del desgaste que iban a tener durante los últimos veinticinco minutos de juego.
Con un jugador menos, Villacañas dio por bueno el empate que hasta entonces figuraba en el marcador, impidiendo que pasara nada en el campo, haciendo valer el otro fútbol, con continuos parones que se hicieron todavía más grandes con el uso de las sustituciones.
Pese a los teóricos espacios, los puertollaneros fueron incapaces de bajar a la lona a un Villacañas que tiró de oficio, cerrando sus líneas y echando por la borda todos los planes de un Javi Sánchez que, por momentos, se desesperaba en la banda.
Añadió el colegiado nueve minutos a los 90, y tampoco fueron suficientes para que ocurriese nada. Podrían haber jugado tres partidos consecutivos y posiblemente la pelota no hubiese encontrado sitio entre los tres palos.
Para sorpresa de nadie, el Calvo Sotelo Puertollano volvió a sellar otro empate en casa, en un partido donde mereció más, pero donde no supo ubicar la portería contraria.