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El partido entre el Toledo y el Calvo Sotelo Puertollano estaba marcado en rojo en esta octava jornada de Tercera RFEF, un choque entre dos de los favoritos de este grupo en los que se esperaba quilates y fútbol a raudales.
Sin embargo, el fútbol fue oscuro como el cielo que cubría el Salto del Caballo y se vio poco sobre el verde, donde el gran protagonista fue el colegiado, que tuvo poco trabajo y lo poco en lo que tuvo que juzgar lo hizo con dudoso acierto.
En el minuto 10, se pasó de una posible falta peligrosa a favor del Toledo a una contra del CS Puertollano que finalizó con Malano derribado, cuando le separaban treinta metros del portero al que hubiese llegado sin oposición.
David Tercero, aplicó el reglamento según su criterio, amonestando a Iván González ante las explicaciones que no convencieron al cuadro minero.
Más polémica fue la expulsión de Elián mediada la primera mitad, en un salto de cabeza en medio campo, donde el defensor del Puertollano puso la mano sobre el atacante toledano, decretando el colegiado que hubo agresión de por medio.
Esto hizo que los planes de Rafa Guerrero tuviesen que cambiar sí o sí, frente a un rival que acumulaba siete victorias consecutivas, presentándose ante los suyos con una intención clara: mantener el liderato y la distancia frente a un Quintanar que tampoco falla.
El CS Puertollano aguantó el empate
Con uno menos sobre el verde, el plan del partido para el equipo minero era guardar su portería y aprovechar alguna posible contra con un Toledo que estaba claro, iba a ir a por el partido.
El Calvo Sotelo supo guardar la ropa, replegándose sobre su propio terreno de juego, impidiendo avanzar a los jugadores toledanos que no llegaron con claridad sobre la portería de Nico.
Cuando faltó el oxígeno, Rafa Guerrero movió el banquillo dando salida a Adria Sáez o Iván Limón, buscando el desequilibrio de sus hombres de ataque, por si acaso enganchaban alguna opción a la espalda de la defensa toledano.
Los minutos fueron pasando sin que se moviese el marcador, permitiendo a los mineros llevarse un punto que sabe a oro, después de jugar una parte y media con un jugador menos contra el líder y fuera de casa.