El Socuéllamos se queda sin ascenso a Segunda B en un final polémico y cruel

El Socuéllamos ha sufrido un guión muy cruel, el que escribiría posiblemente su mayor enemigo. El equipo de Manu Calleja se ha quedado sin el ansiado retorno a Segunda B en el minuto 95, por un penalti dudoso señalado por el colegiado y que ha echado por tierra todo el trabajo y esfuerzo de la temporada. Sufrió mucho el equipo en este partido de vuelta, en el que el Unionista empató la eliminatoria en el minuto 36, pero cuatro después Zurdo se inventó un magistral lanzamiento de falta para empatar. En la segunda parte el equipo salmantino se puso de nuevo por delante con un penalti y, en una media hora final de tensión y sufrimiento, el ascenso parecía cerca hasta que en el minuto 94 Valero Alonso decretó otra pena máxima, muy dudosa de Andoni. El desenlace ya lo conocen y las lágrimas brotaron en el equipo y en todo Socuéllamos junto a la rabia por esa decisión final. Adiós al éxito de la forma más amarga posible.

Aguantó bien el Socuéllamos la presión inicial del Unionistas. Los locales apretaron en los primeros minutos y pusieron en aprietos a los de Manu Calleja, especialmente en un remate de cabeza de Antonio León a la salida de un córner que salió fuera por poco.

Con el paso de los minutos el Socuéllamos se fue asentando en el campo. No tenía el control, tampoco el rival, porque el juego era ágil, de ida y vuelta, pero sí que los naranjas evitaron llegadas peligrosas. Y, además, se empezó a animar, con varias acciones de Kike Domínguez y después con dos claras oportunidades. La primera llegó en el minuto 17, cuando Zurdo golpeó un rechace y Toboso desvió la dirección del balón casi a gol. Y a renglón seguido Megía cabeceó solo en el segundo palo, pero se encontró con la parada de Carlos Molina. El Socuéllamos perdonó.

Un fallo del portero socuellamino Company llevó el susto pocos minutos después, cuando el choque continuaba abierto y sin dominador, pero esa acción animó al Unionista, que a base de empuje fue metiendo al ‘Socu’ en su campo y haciéndose con el balón. Los acercamientos al área del meta del ‘Socu’ fueron aumentado y al final el bloque local acertó en el minuto 36: Piojo puso un centro desde la banda derecha y Manjón remató de cabeza a gol. 1-0 y eliminatoria empatada.

El golpe duró poco. Cuatro minutos. Lo que tardó Zurdo en empatar con un magistral lanzamiento de falta directa que entró por la escuadra. El lateral sacó su guante para poner las tablas. El mazazo lo recibió ahora un Unionistas obligado a ganar de dos goles en el segundo tiempo para subir. Porque al descanso se llegó con el 1-1 y con una pequeña tángana durante el camino de los jugadores al vestuario.

Segunda parte

Trató de salir con fuerza el Unionistas. No le quedaba otra y apeló así a un fútbol directo, sin cerebro. Y eso lo controló el Socuéllamos, bien situado en el campo y que no pasaba apuros salvo por su parte izquierda, por la zona del extremo derecho rival, Cristo Medina, que llevó peligro en varias acciones, una de ellas con Company como salvador. Después Carlos García, con una cabalgada por derecha, pudo marcar.

Erró el capitán y poco después el Socuéllamos sufrió en contra un penalti, el que cometió Toboso. Chuchi se encargó de transformarlo para poner el 2-1 a favor de los locales en el minuto 60. El ‘Socu’ seguía en Segunda B con este resultado, pero el Unionistas aumentó su confianza a un gol solo del éxito. Y quedaba por delante media hora.

Jacinto entró por Chupi en un cambio defensivo, que no evitó que Company volviera a salvar a los suyos. El sufrimiento era claro, porque después Flórez, solo, envió fuera un balón que parecía gol. Los acercamientos del rival llegaban una y otra vez, sin descanso. El partido no era apto para los cardíacos del Socuéllamos.

La tensión era máxima en los diez minutos finales. Y Unionistas seguía apretando ante un ‘Socu’ que no llegaba arriba, con Essomba tocado físicamente. Los minutos pasaban lentísimos y Megías, por dos veces, en dos contras finales, tuvo la puntilla pero mandó fuera sus cara a cara con el meta.

Así se entró en descuento, con agobio, con las pulsaciones a 200. Y la tortura tuvo el peor desenlace posible. El colegiado pitó un penalti cuanto menos dudoso para señalarlo, polémico, que dará mucho que hablar. Era el minuto 94 y Razvan lo tiró para batir a Company y poner el 3-1. Llegó el final y el sueño del retorno a Segunda B se frustró por ese penalti señalado por el árbitro, que señaló roja a Kike Domínguez y Ramón. La rabia era grande. Y la tristeza es total en Socuéllamos.