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1-0 Escribano (min 35); 2-0 Escribano (min 37); 1-2 Gianluca (min 75)
El partido entre el Manzanares y el Villarrobledo era una final por la salvación en toda regla. Los locales comparecían siendo el farolillo rojo de la tabla, mientras que los de Armindo llegaban al José Camacho marcando la posición de arrastre que puede producirse si Illescas, que hoy ha ganado, acaba perdiendo la categoría.
Se notaba la presión en el ambiente, entre dos equipos que quieren quemar sus últimos cartuchos, conscientes de que aunque se está en la recta final del campeonato, todavía quedan muchos puntos en juego y este deporte es lo que tiene, puede ocurrir cualquier cosa.
En total, quedan por delante ocho jornadas o lo que traducido en números, habla de 24 puntos que pueden definir la vida o la muerte en una categoría donde parece que a estas alturas todos los equipos tienen vértigo; unos por arriba y otros tantos por debajo.
En ese escenario, el Villarrobledo de Armindo ha sido el más efectivo, anotando dos goles de forma consecutiva en el minuto 35 y en el 37, con la firma de Escribano, que dejaba el duelo casi encarrilado justo antes del descanso.
Los dos goles han caído como un jarro de agua sobre el Manzanares que no ha sabido como reaccionar y que hubiese firmado marcharse a la caseta antes de tiempo para reagrupar y volver a revisar el plan del partido.
Con el choque a su favor, el Villarrobledo ha sabido replegarse, esperando cazar alguna contra para poner más tierra de por medio en el electrónico.
Contó con alguna buena opción mediada la segunda parte, pero la suerte que tuvo en la primera, se quedó de espaldas en este tramo de partido.
Manzanares intentó hacer daño a los de Armindo, expulsado en la primera mitad, con balones que caían llovidos sobre el área visitante.
En una de ellas, en el minuto 75, los de Kiko Vilches anotaban el 1-2, dejando de nuevo el choque abierto en el tramo final del mismo.
Con quince minutos por delante, los locales fueron en busca del empate, para rescatar algún punto en este enfrentamiento directo y a punto estuvo de llegar, de no ser por un paradón de Caserta que evitaba el 2-2 cuando parecía irremediable.
Aunque insistieron los de Vilches hasta el pitido final, el resultado no volvió a moverse, permitiendo al Villarrobledo sumar tres puntos que valen oro, después del descalabro que ha venido sufriendo el equipo desde la espantada de la plantilla hace más de un mes y que los ha abocado a pasar del play off a los puestos calientes por el descenso, donde tendrá que luchar hasta final de año.