Con sus 28 años de edad el karateka almagreño, Fernando Moreno, se ha convertido en el primer castellano-manchego en ganar una nueva modalidad de lucha, el Karate Combat, que tan de moda se ha puesto en el mundo.
El pasado septiembre, el deportista almagreño, cogió un vuelo a Nueva York y conquistó la Gran Manzana en el cuadrilátero del séptimo rascacielos más alto del mundo, en el One World Trade Center. Con tres asaltos de tres minutos cada uno, el karateka Fernando Moreno venció a su rival italiano Gabriele Cera.
El combate se celebró en la planta 102 a 500 metros del suelo con las mejores vistas de Nueva York. Esta experiencia le ha proporcionado un contrato de 4 años con 4 combates en cualquier lugar del mundo. “Mi meta, ahora mismo no es dedicarme a esto profesionalmente. Pero llevo tanto tiempo peleando sin cobrar nada que me apetecía probar. Mi idea es hacer lo que me gusta pero si además obtengo una recompensa económica pues mucho mejor”.
Fernando Moreno practica desde los 4 años este deporte y desde los 10 ha competido en campeonatos de Castilla-La Mancha y de España, proclamándose campeón en su categoría. Pero desde hace tiempo tuvo que dejar de competir por un trabajo estable en una fábrica de muebles en Almagro.
Esta oportunidad le ha llegado de casualidad. Supo a través de conocidos de este deporte que en Estados Unidos había nacido una nueva modalidad de combate y sus ganas de volver al cuadrilátero le han hecho cruzar el charco. “Me puse en contacto con la organización de Karate Combat y en agosto me llamaron. Fue todo a contrarreloj. En 30 días me he preparado para el combate”.
En este tipo de combate se permite todo. Ataque de puños, ataque de piernas, tirar al suelo. “No le tengo miedo a que me dejen ko. Te puede pasar en el fútbol con un balonazo. Aunque es verdad que hay más riesgo porque sales a ello” No está permitidos cabezazos, codazos, rodillazos ni estrangulación. “Es verdad que en Karate no estás acostumbrado a pegar fuerte en la cara. Entonces tuve que cambiar el chip y empezar a pegar con más fuerza”.
Además ha contado con la ayuda de un boxeador de Almagro, Paco López, para complementar el karate. “En Karate Combat se hace artes marciales mixtas: lucha, boxeo… Se utiliza todo en esta pelea”. Para prepararse también contó con la ayuda de amigos a los que les ponía un casco en la cabeza para practicar. “Yo desde un principio tenía mucha ilusión. Muchas ganas de pelear. Desde el día que me lo dijeron ya tenía ganas de pelear…aunque no estaba preparado. Me levantaba a las 4 de la mañana y media para ir a trabajar y ya estaba pensando. Me acostaba y soñaba con el combate. Han sido 30 días de entrenamiento físico y mental. Estaba todo el día pensando en el combate”.
Fernando no sabe si podrá dedicarse al Karate Combat de forma profesional pero sí tiene claro que “ha sido una gran experiencia” a su ya abultada carrera como karateka.