El bolañego Francisco Javier Sánchez Lara (11/8/1989) se ha visto afectado deportivamente por el coronavirus. El aplazamiento de la Liga de División de Honor de Baloncesto en Silla de Ruedas le ha dejado sin contrato, ya que su club, el CB Las Rozas FDI, ha decidido por motivos económicos el despido de sus jugadores. «La Fundación, que recibe subvención privada, tenía unos eventos pagados que no va a poder sacar adelante y entiendo que no habrá dinero. Esto pasa por no estar asegurada», lamenta el jugador, que reconoce ser una situación «muy triste». En este sentido, el de Bolaños de Calatrava explica que «si se reanuda la competición, nos han dicho que los que quieran volver al equipo podrán hacerlo, pero sabiendo que no se cobrarán los dos últimos meses».
Y Fran Lara sabe que necesita entrenar y competir una vez se vuelva a la normalidad. El jugador provincial es el capitán de la selección española de baloncesto en silla de ruedas que tendrá que luchar por una medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, tras la plata conseguida por él y por el equipo hace cuatro años en Río de Janeiro, mismo metal logrado el pasado año en el Europeo. Sin embargo, el bolañego no es ahora muy optimista en que esos Juegos se celebren en su fecha. «Al principio tenía esperanza, pero ahora lo veo mal. Esto del coronavirus no es solo de un país, está afectando a todo el mundo y no sabemos el tiempo que va a durar. En cualquier caso, si no es este año, sí que se jugarán los Juegos. Y yo quiero estar en ellos».

Precisamente, Fran Lara estaba convocado el 5 de abril para la primera concentración de España preparatoria para esos Juegos Olímpicos, que, lógicamente, ha quedado suspendida. No ha sido todavía suspendida definitivamente la liga española, pero recuerda que «la alemana sí que lo ha hecho y la italiana casi al 100%. También han suspendido del todo las competiciones europeas». «De momento aquí no se sabe nada, habrá que ver cuánto dura esto», comenta sobre la situación de la liga española de baloncesto en silla de ruedas.
En su casa de Bolaños de Calatrava, en pleno aislamiento ante el estado de alarma que se vive en España, Fran Lara trata de entrenar como puede. «Intentaré hacer lo que pueda, sin muchos recursos. Tengo gomas, algunas pesas y para hacer dominadas. No tengo mucho, no me cansaré», concluye a la espera, que parece se hará larga, de aclarar su futuro.