No hay mejor remedio para las penas que una victoria cuando se trata de deporte. Aunque sea injusto y no se explique ni el trabajo, ni las cosas buenas que también ocurren, al final, cuando se trata de competir, sólo cuentan los números en positivo y de las derrotas acaban por extraerse escasas conclusiones, porque escuecen y no pueden solucionarse.
Por eso, no vale pensar en lo que no sucedió, por ejemplo, el pasado fin de semana en Almagro, en las razones que provocaron un traspiés, o en preguntarse qué pasará dentro de unos meses en una liga cada vez más apretada. Ahora, a las de Puertollano sólo les cabe trabajar y confiar en lo que alguna vez les llevó a ganar con solvencia, que es algo a lo que el Club Deportivo Salesianos se ha acostumbrado, a veces incluso por encima de lo esperado.
El de este fin de semana será un enfrentamiento directo para abrir espacio en la parte alta de la clasificación, entre dos equipos a los que les distancia cuatro puntos y una dinámica de resultados que se decanta a favor de las de Jaén.
Mientras que Martos ha ganado cuatro de sus últimos cinco duelos, el último frente a Ceuta 6-3; Salesianos está tratando de reencontrarse con su mejor versión, acumulando pinchazos en las últimas jornadas, dónde sólo ha conseguido sumar una victoria y dos empates.
La derrota del pasado fin de semana 4-1 en Almagro ha escocido en un vestuario que llega entre algodones, mermado físicamente y con necesidad de puntuar en los dos últimos choques antes de que concluya el 2023.
Jaime García, técnico minero, apunta que “no queremos refugiarnos en las excusas. Desde el principio de temporada el Club ha apostado por tener una plantilla corta y sabíamos que eso nos iba a obligar a estar enchufadas al máximo cada partido y dando la talla en cada momento, más aún si se producía alguna lesión”.
Sobre la trayectoria del equipo en los últimos partidos, el entrenador pasa página. “Está claro que los últimos pinchazos nos han hecho reflexionar, trabajar en los errores que se han cometido, pero siempre con mentalidad positiva, sabiendo que queda mucho y que este equipo sabe competir contra cualquier rival”.
El de este fin de semana sabe, “es un partido muy importante. Es el último que jugamos como locales este 2023 y queremos despedirnos de la afición con un buen sabor de boca, porque se merecen que así sea y porque el equipo también se merece sumar de nuevo tres puntos que nos den tranquilidad en esta fase de temporada”.
El filial se desplaza a Villacañas
Por su parte, el filial del CD Salesianos se desplaza a Villacañas, donde quiere volver a la senda de la victoria después de las dos últimas derrotas consecutivas, cerrando en tierras toledanas el 2023. Ganar a Villacañas B supondría dar un salto en la tabla, abriendo hueco con los últimos puestos y yéndose al descanso navideño con la tranquilidad del trabajo bien hecho.