El Valdepeñas tumba al Movistar Inter para meterse en la final soñada

El Viña Albali Valdepeñas está en la final soñada. Con casta, con coraje, con sufrimiento, con sangre, con fútbol sala… Un grande es el equipo vinatero, que ha superado al Movistar Inter en una semifinal de alto voltaje, de máximo nivel, de enorme tensión para los aficionados, fieles y muy felices con los suyos. Historia está haciendo en su primera participación en la Copa de España de Málaga, colándose en el choque definitivo de este domingo y con la posibilidad a un partido de levantar un título que muchos por la localidad ni pensaban hasta hace muy poco.

Un verdadero ejercicio colectivo ha firmado el conjunto de David Ramos, lleno de ayudas, de complicidad y de compañerismo para tapar a un rival que tiró con todo en la ofensiva. Y eso es mucho en un equipo que se llama Movistar Inter. Pero dos individualidades destacaron: Edu volvió a ser un muro bajo la portería. Inconmensurable estuvo de nuevo el meta portugués, como ya hiciera en los cuartos de final ante el Jaén. El otro protagonista fue Cainan, un portento en la pista que sacó dos zapatazos para remontar un 2-1 en contra y con el Inter dominador, cuando todo estaba cuesta arriba en el tramo final del envite. El brasileño puso los dos goles finales para el 2-3 definitivo que llevó al delirio a los más de 2.000 aficionados azulones que se dieron cita en el Martín Carpena. Todos juntos han sido un piña, una piña grande con la que no ha podido el líder de la Liga. La Copa está muy cerca, a 40 minutos con el Barcelona como rival. De momento, Valdepeñas y su equipo lucharán por ella este domingo. Y quieren ganarla.

El portero Edu ya fue protagonista desde el principio. Dos paradas suyas a tiros de Ricardinho y Gadeia evitaron el tempranero gol del Movistar Inter. Dominaba de inicio el equipo madrileño, pero Cainan avisó del peligro vinatero con un tiro que sacó Jesús Herrero. Y luego Chino, en solitario, pegó el balón en el meta rival. Empate en oportunidades, pero no en la grada. Ahí ganaba claramente la afición azulona.

Tras esos fuegos artificiales, el juego se tranquilizó en ocasiones y se niveló con las rotaciones. El Valdepeñas con balones al pivote y ataques rápidos; el rival con más posesión y ofensiva más pausada. Cada uno a su modo, pero con ambas defensas férreas y sólidas, plagadas de ayudas.

Con la aparición de nuevo de Ricardinho, Gadeia y Pito volvieron las oportunidades para el Inter. Edu Sousa atajó un mano a mano al portugués y Cainan, tirándose al suelo, evitó un claro disparo de Pito. De nuevo el rival cogía las riendas del choque ante un Valdepeñas sin pelota en la pista. David Ramos ya amenazaba con algo distinto situando en la banda a Dani Santos con la camiseta del portero. No salió.

Seguía Edu poniendo el muro en la portería en unos momentos difíciles. Chino pudo acabar con ellos, pero de nuevo se estiró Jesús Herrero para sacar su tiro. Después Nano se plantó en un mano a mano con el portero y se estrelló con su cuerpo. Parecía salir adelante el equipo vestido de rosa en el choque, que sufrió el problema físico de Nano en el gemelo a falta de cinco minutos para el final del primer tiempo. Luego volvió a la pista.

A 1:48 llegó la quinta falta del Valdepeñas. Había que tener cuidado entonces, pero manejó a la perfección esos minutos finales. Tanto, que se adelantó con un golazo de Chino por la escuadra a falta de 29 segundos. El equipo vinatero se ponía por delante y llegaba ganando al descanso. El sueño de la final estaba más cerca, aunque quedaba un mundo por delante.

Segunda parte

Apretó Movistar Inter en el inicio de la segunda parte, pero Valdepeñas aguantaba con firmeza. Hasta que un rebote a tiro propio le llegó a Gadeia para empatar el partido. Ya Edu, el muro, nada pudo hacer (1-1, min. 23′).

Con las tablas aparecieron de nuevo los dos porteros, inconmensurables a tiros de Marlon y de Buitre, este último rozando el 1-2 para el Valdepeñas. Después el larguero repelió un balón de Bebe. La tuvo clara Inter, que seguía dominando, aunque los vinateros avisaban de vez en cuando.

El cansancio iba haciendo mella. Las ayudas llegaban más tarde y cada ataque de Movistar era un sufrimiento total, más con sus todos cracks en la pista. Así se entró en los últimos diez minutos, en los que el primer gran peligro lo puso Chino. De nuevo sacó Jesús Herrero.

A falta de 8 minutos entró el videoarbitraje tras petición del técnico del Inter Tino Pérez. Y fue para mal. Buitre se lanzó al suelo para frenar un tiro de Pito y en el rechace el balón le golpeó en la mano. No fue voluntaria, pero los árbitros decretaron el penalti. Borja anotó un gol que estuvo cerca de sacar el muro Edu. El rival se colocaba por delante (2-1).

Pudo hacer el tercero el Inter en varias acciones, pero el que golpeó fue Cainan. Tras robar un balón al defensa, no se lo pensó y su disparo entró como un obús. Empataba el Valdepeñas. La afición volvió a gritar el ¡sí se puede! Y claro que se podía. Primero Edu sacó por bajo un balón de gol y en la contra Cainan, otra vez, remató para poner el tercero. Volvía a ponerse por delante el conjunto vinatero a falta de 5:10.

Con portero jugador se lanzó Movistar Inter. Quedaba mucho sufrimiento por delante y el larguero, otra vez, salvó a Valdepeñas. Y Nano perdonó luego al rival. La agonía era total y entró de nuevo el vídeo para mostrar que el balón no había entrado totalmente en la portería de Edu Sousa, que volvió a ser el salvador.

El sufrimiento fue total. Pero el partido finalizó. El Valdepeñas está en la final y la Copa a 40 minutos. Queda otro domingo muy azulón por Málaga. Ojalá que todo termine bien.