Cuando arranque este domingo la final de la Copa de España de fútbol sala toda Valdepeñas y toda la provincia de Ciudad Real estaremos unidos, seremos un equipo: el Viña Albali. Todos seremos el muro Edu Sousa, al que antes de la final hay que darle ya el MVP del torneo; tendremos el carisma y poderío de la ‘Roca’ José Ruiz, el desborde y el gol de Chino, la zurda de oro de Catela o la casta y generosidad en el esfuerzo de Nano y Manu García; seremos un ‘todoterreno’ como Cainan, el bigoleador en la semifinal, un joven con talento como Juanan, o dos luchadores incansables con astucia en el pívot como Buitre y Pablo Ibarra; tendremos la raza y la pegada de Dani Santos, el de aquella prodigiosa chilena inolvidable, la habilidad de Terry, la ilusión del capitán, un Coro apasionado pese a no tener minutos, o las impotencias del gran Rafa Rato, fuera de la pista por una inoportuna lesión en el peor momento, y Álex García, en el dique seco desde hace meses. Seremos Astis, Cózar... todos los del filial, los juveniles, los más pequeños que aprenden de estos grandes.
Junto a las camisetas azules no enfundaremos también el traje y corbata para ser el guía, el líder, el técnico David Ramos, tan claro y directo en su discurso, como controlador de todos los detalles e inconformista, porque siempre quiere más de los suyos. Seremos sus acompañantes: Jesús de Ramos, Javier Corrales, Juan Cazorla, el querido delegado Antonio Lérida, el fisioterapeuta Pedro Martínez, el médico José Carlos González y el encargado del material Rodrigo, los del trabajo silencioso en la sombra, pero muy importante dentro del vestuario. Como también seremos los encargados de prensa, los que informan de todo como Yolanda, Paco Montero, José Ángel, Adrián Pinés y Aurelio Calatrava.
Y seremos el presidente Luis Palencia, el que creó este sueño hace 19 años, sus directivos de ahora y de siempre, y el director deportivo Joan Linares, un grande hace años en las pistas y gestor de esta plantilla que está haciendo historia. Todos seremos uno, un bloque unido, más de 2.500 en el pabellón Martín Carpena y el resto desde la lejanía ciudarrealeña empujando por una ilusión, por un objetivo: levantar la Copa de España. Brindar y beber en ella. Eso solo puede ser en la Ciudad del Vino. Tiene que ser en Valdepeñas.
El rival de en frente será duro: el poderoso Barcelona. Da igual el que sea, porque esto es una final y como apunta David Ramos, “hay que ganarla”. Seguro que habrá tensión y sufrimiento ante los Adolfo, Marcenio, Ximbinha, Dyego, Aicardo y compañía. Como hubo ante el Jaén y frente al Movistar Inter, en los partidos más importantes de la historia del club. Esos ya han pasado, se ganaron a lo grande y ahora llega de nuevo uno más importante todavía, porque esto no para. Llega la final, el momento de dejarse otra vez el alma en la pista y en las gradas sea cual sea el adversario. Ganar o ganar, ese es el lema.
El azulón brilla este domingo en Málaga, como el cielo en un brillante día para que el Viña Albali Valdepeñas se corone en la Copa de España y levante su primer gran título de la historia. A partir de las 18.30 horas en el pabellón Martín Carpena se pondrá en juego. Valdepeñas y toda la provincia estarán unidos por un equipo y por un deseo. Beber en esa Copa.