La historia no ha tenido un final feliz. No ha sido el que Valdepeñas quería y merecía. Ver al Barcelona levantar la Copa de España y a los jugadores del Viña Albali resignados en la pista tras la derrota no era lo que el equipo y afición soñaban una vez metidos en el choque definitivo. Un mérito ya para enmarcar, de equipo grande que terminó con ese momento amargo, triste, como así se observaba en la grada y sobre la pista en aquellos que vestían las camisetas azules. Eso sí, con la cabeza alta finalizaron todos, que este lunes, a las 19:30 horas, serán recibidos como héroes en el Ayuntamiento de Valdepeñas.
Pero todos estos cuatro días han sido inolvidables para el Valdepeñas. El gol de Catela a falta de 25 segundos que dio el triunfo ante el Jaén Paraíso Interior, la remontada ante el Movistar Inter en semifinales, los paradones de Edu Sousa, las celebraciones de esas victorias, los recibimientos al equipo a su llegada en autobús al pabellón Martín Carpena de Málaga… Momentos que todos los que los vivieron recordarán para siempre con orgullo.
Al final, Sergio Lozano alzó el título para el Barcelona. El precioso guión de la primera Copa de España en la historia del Viña Albali Valdepeñas se torció en la segunda parte de la gran final. Se desvió de lo que todos queríamos, para dejar un desenlace triste. Ese ha sido el final del sueño. Pero fue muy bonito mientras duró.