Ciudad Real vive un idilio con el fútbol sala. El Viña Albali Valdepeñas debutará en Primera, este miércoles se presentaba la Supercopa que se jugará en el Quijote Arena el 9 de septiembre, el Almagro FSF se quedaba a las puertas del ascenso… pero no en todas partes son días de vino y rosas. El FSD Puertollano, acosado por la falta de ingresos y las malas perspectivas, decidía dar un paso atrás y no formalizar la inscripción en Segunda División.
Javier Lozano, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), no tuvo inconveniente en dar su opinión al respecto después de la presentación de la Supercopa: “Lo del FSD Puertollano es un ejercicio de responsabilidad. No estaba respondiendo, tenía dudas… Estuve hablando con Pepe (Gil Castilla), que estaba compungido… El problema no es la cuota, porque esta son 10.000 euros en Segunda División y nosotros damos 6.000 de subvención. El problema es que hay que atender contratos, viajes y otras muchas cosas. Es mucho mejor, si no se tiene la garantía de que se va a poder llevar a cabo, no meterte, no hacer daño a nadie. Si el corazón puede a la cabeza y te metes, al final no puedes pagar, el club desaparece, se hace un daño a la credibilidad de la competición, al resto de clubes, a los jugadores. Al final, las cosas son como son”.
“Puertollano ha cumplido siempre en esta época con la Liga. En la anterior no. Todavía estamos buscando a un personaje de Puertollano, pero con Pepe Gil Castilla todo ha ido siempre bien”, insistía Lozano.
Respecto a las denuncias de cuatro jugadores del FSD Puertollano ante la Comisión Mixta, Lozano aclaró que “no le competen, porque no son contratos profesionales, sino amateuesr. Son cantidades irrisorias, pero el club tiene que cumplir con ellos”.
Quizás el asunto más feo de toda esta historia es la falsificación de la firma en el contrato federativo que denuncia el que fuera entrenador del FSD Puertollano, Marlon Velasco. “El tema de la falsificación de la firma tendrá que ir por la vía judicial. Si él cree que debe demandarlos… es un tema personal. Yo no lo sé, ni puedo asegurar nada, pero cuando uno está bajo un impacto emocional negativo se dicen cosas que luego se ven de otro modo”, opina Lozano.