A Leo Herrera le pilló por sorpresa su cese como técnico del Viña Albali Valdepeñas. Tras la derrota del martes en la final del Trofeo Junta de Comunidades ante el Soliss FS Talavera, el entrenador fue convocado a la mañana siguiente por el club presidido por Luis Palencia a una reunión de urgencia, en la que se le comunicó su destitución. “Es un momento duro para mí, llevo once temporadas entrenando y nunca me habían cesado. He vivido una sensación diferente, algo que duele ahora y seguro que más el fin de semana cuando salga de la rutina”, explica.
Sobre esa decisión del club vinatero, Leo Herrera se mostró sorprendido, especialmente “por el momento en que se ha producido”. “No habíamos tenido buenos partidos, sobre todo los tres últimos, pero teníamos una plantilla mermada por las lesiones y con condicionantes difíciles. Pese a ello, estamos con los mismos puntos que la salvación y con los de abajo no hemos perdido ningún partido. Este sábado jugábamos un partido importante en Segovia, con el refuerzo de Chino. Por eso sorprende el momento, pero han estimado conveniente el cese y hay que acatar esa decisión”.
Precisamente Chino ha sido el primero de los varios refuerzos que llegarán en las próximas semanas al Viña Albali Valdepeñas tal y como anunció el club, alguno solicitado por el propio Leo Herrera y que se pondrán a disposición del nuevo técnico David Ramos. Por eso, el ya ex entrenador del Valdepeñas cree que no se le ha dado la posibilidad de conducir al equipo con esos fichajes. “Cuanto menos, no vamos a tener las mismas cartas, va a ser difícil comparar y saber si la decisión que han tomado es acertada o no. El juego va a ser distinto”, opinó, añadiendo que “seguro que los nuevos van a ayudar. Nos hubiese gustado haber podido disfrutar de los refuerzos”. En este sentido, fue contundente: “Si echas al entrenador y mueves plantilla, es la mayor evidencia de que la planificación deportiva no ha sido acertada”.
Leo Herrera indicó que nunca ha sentido una pérdida de confianza en él ni del club, ni de la dirección deportiva, “ya que hasta el último momento ibámos aportando ideas para tratar de mejorar. Si hubiera visto que esa confianza era nula o consideráramos que no podíamos sacar esto adelante, yo hubiera dado el paso”.
A la vez, el madrileño, afincado en Pozuelo de Calatrava, valoró a sus jugadores “que ahora van a ser amigos y que estaban muy afectados, se han exigido al máximo siempre”, y también a sus ayudantes dentro del cuerpo técnico, su segundo Pau Yepes y su preparador físico Andrés Parada. Ambos, a pesar de que el club contaba con ellos para seguir junto a David Ramos, han decidido marcharse con Leo. “Para mí ha sido un detallazo. Un prueba de lealtad. Lo que tenemos es una afinidad brutal, pensamos de la misma manera. Es con lo que me quedo, con el trabajo junto a mucha gente, pero sobre todo con ellos dos”.
Esta era la cuarta temporada consecutiva que Leo Herrera cumplía en el banquillo vinatero. Muchos años y muchos recuerdos que se le quedarán grabados para siempre: “El ascenso, los dos play off para subir a Primera, llegar a cuartos de final de la Copa del Rey, los jugadores y los grandes momentos con la afición. Cada día aquí era un sueño nuevo”. Un sueño en Valdepeñas que ha puesto su punto y final para Leo Herrera, aunque espera ya nuevos retos para el futuro.