Tal como adelantó Gustavo Miñana y ha podido confirmar Lanza, Marlon Velasco será el entrenador del Viña Albali Valdepeñas. El técnico catalán ha firmado con la entidad vinatera para las próximas dos temporadas y asumirá el mando tras el paso de Álvaro Martínez, con el que han conseguido no sólo salvar la categoría, sino llegar con opciones para jugar el play off por el título.
La llegada del catalán ha generado controversia, ya que Martínez ha dejado un gran sabor de boca en la plantilla, a la que ha sabido reconducir, hasta volver a reenganchar a un equipo que durante mucho tiempo estuvo a la deriva.
Más allá de los resultados, Velasco contaba con un precontrato por el que la entidad que pasara lo que pasase, se comprometía a firmarlo para las dos próximas temporadas ligueras.
El entrenador al que se le guarda especial cariño en Puertollano, donde vivió grandes momentos en los últimos coletazos del equipo, regresa a la provincia de Ciudad Real, tras dos años en el Kairat Almaty, con el que ha llegado a ser subcampeón de la UEFA Champions League.
En Valdepeñas se reencontrará con un jugador como Nano, al que ya tuvo a sus órdenes en la ciudad minera y que parece será una de las renovaciones seguras de cara a la próxima temporada, precisamente para ayudar en ese aterrizaje del nuevo cuerpo técnico.
Un proyecto estable
Una de las claves para el nuevo Viña Albali Valdepeñas es encontrar la estabilidad deportiva que ha contado en campañas anteriores, donde llegaron a codearse entre los grandes. Los dos últimos años han sido de demasiados altibajos, que han tenido en esta última campaña el reflejo de todo lo que ha pasado.
En total, han sido cuatro entrenadores los que han pasado por el banquillo azulón: David Ramos, el interino Víctor Beas, Ricardo Íñiguez y finalmente, Álvaro Martínez, con el que finalmente se ha rubricado la permanencia.
Confirmado el nuevo entrenador, toca ver los siguientes movimientos de la dirección deportiva que estará comandada por Manuel Urbano ´Lolo´, aunque el todavía capitán del equipo, ya ha explicado que él empezará a trabajar en este tipo de cuestiones a partir de agosto, aunque ahora «esté echando una mano».
Ahora, toca ver cómo se despide Martínez del equipo y de la afición, que seguro mirará al palco si las cosas no fluyen desde el inicio del próximo año, después de una decisión arriesgada con la que se busca volver a lo más alto.