Rodrigo López Herreros ha colgado, al menos de momento, sus zapatillas de fútbol sala. El moraleño lo ha anunciado este jueves en su cuenta personal de Twitter, en la que a la vez ha explicado que se inicia en los banquillos. Lo hará en el del club de su localidad, el Moral FS, como entrenador del primer equipo que volverá a competir la próxima temporada en la Primera Autonómica. A la vez será el coordinador de las categorías inferiores.
“De esta manera podré compaginar esta pasión con intentar conseguir otras nuevas metas en la vida”, ha señalado, apuntando que “seguiré disfrutando igual desde la banda. Aportaré todo lo que pueda en este humilde proyecto y ayudaré a crecer al equipo de mi pueblo, Moral, con la misma ilusión de siempre”.
Salido de la cantera moraleña, Rodrigo (12-1-1994) jugó en equipos como ElPozo, Cartagena o Segovia, antes de llegar al equipo de Valdepeñas, con el que consiguió el ascenso a Primera División. La pasada temporada no renovó con el equipo vinatero y se marchó a Italia, al Polisportiva Sammichele de Bari, de la Segunda División (SerieA2). A falta todavía de cuatro partidos para el final del campeonato y tras cuajar un gran rendimiento, Rodrigo y el club italiano rescindieron contrato y regresó a casa para acabar la Liga en el Moral FS. Ahora será su próximo entrenador tras decidir, a los 25 años, dejar el fútbol sala, con la puerta abierta a un posible regreso a la pista: “No sé si será un punto y final o un punto y aparte como jugador de fútbol sala, pero mi viaje como jugador profesional concluye por ahora. He decidido dejar de correr detrás de la pelota y abandonar el 40×20 para iniciarme en el mundillo del banquillo”, explica en las redes sociales.
Finaliza una etapa, pero empieza otra !! 💪🏻🔜⚽️ vamos @MoralFs ! pic.twitter.com/fyhvxYdJiT
— Rodrigo López (@RodriLopez_6) 27 de junio de 2019