5
2
Local: 1-0 Valero (min 7), 2-0 Íñigo (min 12), 3-0 Culebras (min 12), 4-1 Valero (min 22), 5-1 Ventoso (min 28) Visitante: 3-1 Alvite (min 14), 5-2 Alvite (min 37)
El P.M. Gemma Arenas de Almagro vivió una tarde de emoción, tensión, y fiesta. En un ambiente teñido de rojo, con la afición llegando desde hora y media antes para acompañar a las suyas, las encajeras se impusieron por un contundente 5-2 a Valdetires Ferrol, dando un paso firme en el camino hacia el ascenso a la Primera División Femenina de Fútbol Sala.
Con un pabellón completamente abarrotado, bombos y cánticos animaban un ambiente caldeado por el calor y la ilusión de un pueblo que no ha perdido la ocasión de apoyar a sus jugadoras. Al saltar al campo, las almagreñas han recibido una gran ovación de los asistentes, que les han querido cargar de energía antes del encuentro.
Primera parte: Contundente Almagro
Con el pitido inicial, las almagreñas salieron decididas a dejar clara su candidatura. Desde los primeros segundos, llevaron el peso del partido. Valero y Ventoso avisaron con insistencia, mientras la portera Leticia Rojo salvaba al conjunto ferrolano de un arranque peligroso.
El primer zarpazo llegó en el minuto 7, cuando Valero culminó una jugada trenzada con precisión quirúrgica: 1-0. El golpe noqueó a las ferrolanas, y en apenas cinco minutos, Raquel Íñigo (12’) y Rebeca Culebras (12’) ampliaron la ventaja a 3-0 tras una presión altísima que asfixió la salida de balón de las gallegas.
Andrea Alvite recortó distancias en el 14’ (3-1), aprovechando un balón muerto en el área tras un despeje fallido. Pero el jarro de agua fría duró poco: Valero volvió a marcar en el 22’ (4-1) con un toque sutil tras una gran triangulación con Moncayo y Ventoso.
La tensión fue en aumento. En el 13’, Valero vio la amarilla por encararse. En el 15’, Carolina Senra también fue amonestada tras una entrada a Rebeca. Solo un minuto después, repitió amarilla por gestos al público, dejando a las suyas con una menos. La jugadora abandonó la pista visiblemente molesta, mientras su técnico y compañeras trataban de calmar los ánimos. May Moncayo también vio la amarilla en el 17’, por cortar con una zancadilla un ataque prometedor, dictaba el árbitro con la queja de la grada. En el 22′ vio amonestación tambiéen Lence por agarrón a a la camiseta
Antes del descanso, Vera, la portera local, tuvo que intervenir en tres ocasiones claras, evitando que el Ferrol acortara aún más. Con el 4-1 en el marcador, el ambiente en la grada ya quería oler a fiesta.

Segunda parte: Presión almagreña contra la resistencia ferrolana
Las gallegas salieron en el segundo acto con portera-jugadora desde el primer minuto, en un intento valiente de remontar con cinco en pista. Pese a ello, el Almagro mantuvo el control. En el minuto 28, tras una jugada de banda sacada por Alba Peña, Ventoso enganchó un disparo desde fuera que se coló junto al palo: 5-1.
A partir de ahí, el partido ganó en intensidad emocional. Las rojillas se vaciaron en defensa mientras Valdetires jugaba con el corazón. Alvite, determinante para las visitantes, marcó su segundo tanto en el 37’ (5-2), tras un balón suelto y una gran definición.
En el minuto 33, Julia Rodríguez cayó tras lo que parecía un golpe en la cabeza, pero que acabó siendo la pierna derecha, en una acción fortuita al caer mal durante un giro defensivo. Tuvo que ser atendida con hielo en el banquillo y no volvió al juego. Poco después, May Moncayo, clave en la presión alta del Almagro, sufrió un tirón en la pierna izquierda tras una acción de repliegue rápido y también tuvo que retirarse, visiblemente dolorida, asistida por el delegado mientras la grada coreaba su nombre.
Finalmente, ya dentro de los últimos tres minutos, Andrea Alvite, doble goleadora de Valdetires, cayó al suelo llorando por un fuerte dolor en la pierna derecha tras un último esfuerzo ofensivo. Intentó reincorporarse sin éxito y fue retirada en brazos, recibiendo la ovación de todo el pabellón. Dos bajas sensibles para Valdetires.
El Valdetires luchando hasta el final
Con el cronómetro marcando menos de cinco minutos, el técnico Lombardía se jugó el todo por el todo. Camiseta de portera-jugadora para Pipi y Tere Pereiro y máxima presión. Las ferrolanas movieron el balón de lado a lado buscando espacios, pero chocaron una y otra vez contra una defensa encajera férrea y el muro llamado Vera, quien incluso intentó marcar desde su portería vacía en varias ocasiones.
Los últimos segundos fueron una batalla. Ferrol atacando con todo, Almagro aguantando con el alma. En el minuto 39, un disparo de Ferrol se fue rozando el palo. A falta de 20 segundos, segundo intento largo de Vera. En la última jugada, saque de Leticia Rojo y bocinazo final.
Nada más sonar el pitido final, las encajeras se fundieron en abrazos. La afición, que no dejó de alentar ni un minuto, bajó a pie de pista para unirse a las suyas. DJ, barra, música y celebración por todo lo alto: el Almagro pasa de ronda y se medirá a Ceuta en el siguiente paso hacia la élite del fútbol sala femenino.

García Luna: «Estoy super orgulloso de lo que están consiguiendo estas chicas»
Tras la victoria, el técnico del Almagro F.S.F., Jaime García Luna, destacó la lectura táctica y el compromiso del equipo:
“Ahora mismo, bajando pulsaciones, porque ha sido un partido bastante intenso. Ha salido todo a la perfección. Sabíamos que teníamos que tener mucha intensidad desde el principio, y así ha sido. Hemos leído perfectamente el partido y todo lo que llevábamos trabajando durante la semana se ha reflejado en la pista. No siempre ocurre, pero hoy sí. Estoy super orgulloso de lo que están consiguiendo estas chicas”.
Sobre el próximo rival, fue claro y sereno:
“Ahora toca preparar el partido contra Ceuta, que sabemos que va a ser duro. Es un equipo muy físico, que compite muy bien y que ya ha demostrado lo que vale. Pero vamos con la misma idea: intensidad, trabajo y confianza en lo que hacemos. Estamos a un paso del sueño y vamos a darlo todo”.
La victoria deja a las de Jaime García Luna más cerca del sueño. Pero aún queda camino, rivales duros y noventa minutos más para escribir la historia. Lo que está claro es que este equipo, con garra, juego y alma, va a luchar hasta el final.