Un empate sin goles para confiar más en el ascenso

El Almagro FSF ha tenido que firmar un gran ejercicio defensivo, con una sobresaliente actuación también de su portera Ceci, para salir sin goles de La Coruña. El encuentro de ida de la eliminatoria por el ascenso a Primera División ha terminado sin tantos, un empate que ayuda a confiar más en que el sueño encajero se cumpla el próximo sábado, cuando se espera un Ciudad de Almagro a reventar para espolear a sus jugadoras en el choque de vuelta. Las de Ramón J. Lozano han aguantado sin encajar en la pista de un Amarelle que ha sido superior, ha creado más ocasiones y ha llevado mucha incomodidad a las almagreñas sobre la pista. Pero el resultado es bueno. Una victoria en casa la próxima semana llevará al equipo a la máxima categoría. Vaya días tan bonitos previos al duelo final le quedan ahora por delante al equipo, al club y a la afición. Disfruten y sueñen ahora por Almagro.

Las gallegas comenzaron dominando el partido, con un mayor número de llegadas a la portería defendida por una gran Ceci que, afortunadamente, no acabaron en gol. El balón discurría sobre todo en la media pista del Almagro, cerca del área visitante, sin que las de Ramón J. Lozano pudieran hacerse con él con claridad para evitar la presión local en los minutos iniciales.

Poco a poco, el equipo encajero fue quitándose parte del dominio del rival. El choque siguió cerrado, algo esperado entre dos conjunto férreos en defensa y más en una ida de una eliminatoria con premio gordo en juego. Siguió el Amarelle con mayor posesión de la pelota, si bien sus ocasiones no fueron claras y probando especialmente con lanzamientos desde fuera que no encontraron portería. Y cuando lo hicieron, allí estaba Ceci para salvarlos.

También el Almagro FSF se animó al ataque en alguna ocasión. La más clara en este primer tiempo llegó de un balón robado por María Téllez, que le permitió encarar a la portera rival. La goleadora encajera no acertó a golpear de diestra tras su regate con la suela de su zapatilla izquierda.

De esta manera, el partido en su primera parte fue diluyéndose sin grandes agobios para ninguno de los dos equipos, menos para las locales. Así el electrónico marcaba un 0-0 al descanso que prometía nuevas emociones en el segundo tiempo.

Segunda parte

El segundo periodo comenzó con un Almagro tratando de tener más el balón. Posiblemente esa fuera una de las instrucciones de Ramón J. Lozano en el refrigerio y sus pupilas empezaron tocando más, consumando más pases sin error. Esa intención duró poco. El Amarelle volvió a presionar con intensidad para meter a las rojillas en su pista. Pero en defensa, con una incansable Mariajo y con Ceci bajo palos, seguían firmes. Y eso era bueno, aunque la incomodidad sobre la pista era evidente.

Nuevamente trató el Almagro de despejarse y quitarse de encima el agobio. Lo logró por momentos, si bien siguió el Amarelle más cerca del gol. Y lo tuvo tras una gran jugada por derecha de Patri, a la que no llegó por muy poco María en el segundo palo. Gran susto para las visitantes y sus aficionados de la grada.

El cansancio en las jugadoras fue entrando en juego en el tramo final. Las fuerzas se equilibraron y el miedo a fallar y encajar en esos momentos decisivos aumentó, de ahí que las defensas se impusieran sobre los ataques. El 0-0 era válido para el Almagro. Y en ese momento, posiblemente también para las de Galicia, cuya empuje fue claramante decreciendo.

Con ese resultado inicial se llegó al final. No sin susto, porque la local Martita rozó el palo con un disparo lejano ante una descolocada Ceci. Faltaban cinco segundos tras esa acción que, por suerte, se quedó en nada.

Ahora toca soñar con la vuelta. Será el próximo sábado 16 de junio, a las 18:30 horas en el Ciudad de Almagro, cuando se decida el ascenso. Ese encuentro promete emoción y una enorme ilusión en la localidad encajera.