Antonio Martínez
Socuéllamos
La noticia no es el resultado, que también, pero todo gira en torno a la destitución de Ángel García Cosín como técnico de la U.D. Socuéllamos, que se producía horas después de la contundente derrota sufrida por su hasta ayer equipo.
Triste noticia para la familia azulona, ya que se va así sin lugar a dudas el mejor entrenador de la historia del club, que tanto y tan grande ha logrado en las últimas temporadas (tendremos tiempo de valorar esto más ampliamente), pero el fútbol y los resultados son implacables. El equipo, que no ha terminado de ir bien en ningún momento de la temporada, acumulaba desde posiciones bajas seis partidos sin ganar, tres derrotas consecutivas –dos en casa- encajando tres goles en cada una de ellas, en puestos de descenso, viendo cómo se alejan los de por arriba y se acercan los de abajo. Eso no lo ha podido resistir ni el propio Cosín, el técnico con mayor crédito en este club. Así, la directiva azulona ha apostado como última medida, por un relevo que pueda servir como revulsivo desde el banquillo y tratar de darle un giro a una situación de la que ni mucho menos el técnico de Alcázar es el único culpable, pero la cuerda se rompe siempre por el lado más débil, lo hemos visto esta misma semana en otros tantos banquillos de Segunda B.
Del partido en sí, decir que si mal estaban la situación y los ánimos Socuéllamos, mucho peor quedan ambos tras la disputa de este choque, que se presentaba como una final para los azulones, una gran oportunidad para agarrarse a la salvación con la consecución de tres puntos que se hacían imprescindibles para sus aspiraciones, pero lo que se llevó el equipo y la afición fue un Mazazo con mayúsculas. Sus propios errores dilapidaron el buen trabajo de parte del encuentro para poner en bandeja la victoria a su rival.
Se hace inexplicable pero es lo que se está viendo jornada tras jornada y la sangría parece no tener fin, cuando lo que más afectado parece es la moral de los propios jugadores.
Y eso que tuvieron un comienzo arrollador. Cambios significativos en el once para tratar de revertir esta dinámica, desde la portería, hombres como Cortell o Carlos García en el banco y debut de Belencoso junto a Pau Franch, que volvía con una férula en la mano. La afición también enchufadísima, todo parecía de cara para que los socuellaminos dieran su primer paso para salvar la categoría en esta recta final. De ahí que ese ímpetu se tradujese en la primera clara ocasión de los de casa a los cinco minutos en la cabeza de Jesús García, que por escasos centímetros no acierta a poner a los suyos en ventaja.
Al cuarto de hora Belencoso pudo estrenarse también como goleador en una doble ocasión de cabeza a centro de Óscar Martín, que se la ponía desde la derecha tras una gran jugada de los azulones, después, desde el suelo, el de Elche de la Sierra tampoco puede perforar la meta de Otaño.
Parecía que esta vez no se escaparía la victoria, aunque poco a poco, el Real Unión se fue quitando de encima la presión y estirando sus líneas.
No es que fuese un partido para destacar de los vascos a pesar de lo que pueda apuntar el marcador, les basto con ser sobrios en defensa –lo que le está faltado al Socuéllamos este año- y aprovechar los errores de su rival.
Primero
El primero llegaría en un momento clave, cerca del descanso. Minuto 42, fallo en la cesión con la cabeza de Alcañiz hacia atrás, que se queda corta y Galán, de los mejores delanteros de la categoría, no perdona para establecer el 0-1. Golpe psicológico que los socuellaminos acusaron terriblemente, ya que en la segunda parte el equipo no fue el mismo.
Salió con ganas, pero tanto ellos como los aficionados habían quedado tocados y una vez más sin explicarse cómo después de tan buen trabajo estaban en desventaja en el partido.
Definitivo fue ya el 0-2 a los pocos minutos de la reanudación, cuando un centro que parecía no llevar tanto peligro, es enviado al fondo de las mallas una vez más por Galán sorprendiendo a Saavedra.
El Paquito Giménez enmudeció definitivamente. La claridad con la que se llegaba en la primera mitad ahora no era tal. Cosín introducía cambios tácticos para tratar de darle un nuevo giro al partido pero ni por esas.
Solo en el 75, de nuevo Jesús García se volvió a acercar al gol, pero Otaño desbarataba en dos tiempos la ocasión del valenciano.
El 0-3 resultaba anecdótico en los minutos de descuento, cuando el equipo había bajado ya los brazos, sabedor de que todo estaba perdido.
El ‘Socu’ queda así seriamente tocado, como segundo más goleado y con peor diferencia de goles, en una situación muy delicada y con una jornada menos que además se presentaba como una oportunidad que no se podía desaprovechar.
Será otro ahora el encargado de tratar de revertir esta dinámica, comenzando por su primera final, la siguiente para el equipo, que será el sábado en Amorebieta.
YUGO-U.D. SOCUÉLLAMOS: Saavedra, Ramón (Carlos García, 70’), Zurdo, Alcañiz (Manu Miquel, 61’), Calahorro, Salva, Óscar Martín, Jesús García, Belencoso, Pau Franch y Kike Domínguez (Cortell, 70’).
REAL UNIÓN DE IRÚN: Otaño, Gorosabel, Urkizu, Rodellar, Ekhi, Esnaola, Dani, Martins, Galán (Azkoiti, 87’), Juan (Arriaga, 84’) y Mario (Ozkoidi, 62’).
GOLES: 0-1 (min. 42) Galán. 0-2 (min. 52) Galán. 0-3 (min. 92) Ozkoidi.
ÁRBITRO: García Gómez, asistido por Miranda Núñez y Quijada Alcón del comité extremeño. Amonestó al jugador visitante Rodellar.
INCIDENCIAS: 1.300 espectadores en el Paquito Giménez. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de los socios Antonino Morales y María Isabel Fernández. El partido fue televisado por CMMedia TV. Belencoso debutó en los locales.