El Formac Villarrubia ha arrancado el nuevo año con el único objetivo de hacer realidad su propósito de ‘año nuevo, vida nueva’. Llevado al deporte y, metafóricamente hablando, el equipo de Javi Sánchez ha apostado más por ‘año nuevo, dinámica nueva’.
Anclados en la zona de azufre y con un sinfín de circunstancias y adversidades en su contra, el equipo blanquiazul afronta en la matinal de este domingo ante el Cádiz B un nuevo examen para intentar sumar de tres en tres, romper su mala racha e intentar salir de los puestos de descenso (12 horas, dirigido por el madrileño Pérez Muley). Tras finalizar el año en Sevilla con un épico empate, el Villarrubia ha arrancado el año con las mismas o peores circunstancias.
Para empezar, los de Javi Sánchez reciben al Cádiz B, un filial atípico que ronda por la parte alta de la tabla dando guerra y con unos guarismos impropios de un equipo joven, bisoño y de calidad y talento. Y es que La Bandita, como cariñosamente se le llama al filial gaditano, marcha en la séptima posición con 26 puntos. Llama la atención sus 15 goles a favor y 14 en contra, lo que indica que es un filial atípico pero muy solvente.
Aparte del rival, el Villarrubia se enfrentará a sus propias circunstancias. Es cierto que ha habido parón por las vacaciones de Navidad, pero una semana parece no haber sido suficiente para mejorar una enfermería plagada de bajas y dudas. Para empezar, Fran Cortés, Arroyo y Nacho se perderán el partido por lesión, mientras que Dieguito y Víctor Algisí lo harán por sanción. Además, Toni Seoane, Nando Copete, Carlos Martínez y Julio de Dios serán duda hasta última hora y, en caso de participar por las circunstancias, correrán un gran riesgo debido a sus respectivas lesiones. Con este panorama, el técnico tendrá que tirar de dos chicos del juvenil para completar una convocatoria de 16 jugadores llena de dudas.
“El descanso fue mínimo pero suficiente para desconectar mentalmente. El objetivo de la permanencia está en nuestra mano y desde ya tenemos una oportunidad para intentar conseguirla”, comentaba el técnico del Villarrubia en la previa del encuentro. Por otro lado, hablando del rival, el toledano indicaba que “es un filial totalmente atípico, que no corre riesgos, que concede poco, es fuerte y muy diferente al resto. Por lo tanto, espero un partido de segundas jugadas, de aprovechar las oportunidades y de no conceder ni un solo error. Esa es la clave de toda la temporada y la que tenemos que intentar llevar al milímetro”.