Se ha cubierto el primer periodo de quince días de confinamiento y vamos con el segundo, por lo que los ánimos aflojan por momentos. “No pensábamos que esto iba a afectar tanto, parar todos las competiciones tanto tiempo, se está alargando más de lo previsto, estábamos en una buena dinámica y esto nos ha matado un poquito. Cada uno está trabajando en casa como puede según las circunstancias, no estamos parados y esperando que esto acabe lo antes posible para volver al campo y terminar lo que estábamos haciendo” explica el jugador azulón Antonio Vargas, que reconoce que además, el equipo ha quedado bastante tocado de moral después del fallecimiento de Paco López, un directivo que estaba siempre con ellos, muy pendiente y muy querido por los jugadores. “Ha sido un palo muy duro, cuando nos mandó el mister el mensaje y leímos que fue por lo de Paco… la verdad que ha habido despedidas de los compañeros por twitter impresionantes y estamos muy muy dolidos, era muy cercano a nosotros, siempre en los entrenamientos, a mí individualmente me llamaba, me preguntaba que si iba todo bien, que qué tal estaba en la casa, el poco tiempo que he podido tratar con él (Vargas recaló en el equipo en el mercado de invierno) ha sido una persona maravillosa, muy atenta y que en paz descanse porque el cielo se ha llevado un ángel”.
Esta última frase define mucho la forma de ser del madrileño, una persona muy creyente como así manifiesta también en sus redes sociales. “Soy cristiano evangélico, como mi familia, soy muy creyente, creemos en Dios y es verdad que ahora rezaba y le decía a Dios que muchas veces no lo entendemos pero los propósitos de Dios son perfectos, todo pasa por algo en esta vida y si era el momento de que Paco estuviera en el cielo seguro que allí hay fiesta por él”.
La fe es algo que se tiene o no se tiene y que también hay que cultivar, en su caso le viene “desde pequeño y de familia, en casa creemos en Dios y cada uno es libre de pensar en lo que quiera, se respeta lo que cree cada uno y yo creo que hay un dios que nos guía, que nos ayuda, nos guarda. Tanto en el fútbol como en otras cosas, siempre rezo para que Dios nos ayude y nos guíe hacia la victoria, eso es lo que creo y eso es lo que me está funcionando y lo que voy a hacer hasta el final siempre”.
Especialmente útil se hace ahora ser creyente para poder refugiarse en la fe en momentos tan complicados como los que se están viviendo. Poco más podemos hacer que no sea ser responsables y cumplir con las medidas de prevención. Una de las cosas que le quedan y más importantes son para Antonio Vargas es su fe. “Así nos han enseñado y así está escrito en la Biblia, que tenemos una esperanza y la muerte no es el final, es el principio de algo y creemos eso, vamos al cielo, donde no hay maldades, todo es alegría y eso es lo que creemos y es la esperanza que tenemos, de ver a nuestros seres queridos que partieron algún día y reencontrarnos con ellos”.