Todavía no hay nada oficial, pero en estas últimas horas el diario AS ha publicado el formato de competición de la Segunda División B que la RFEF planea de cara a la próxima temporada. Hay que tener en cuenta el mayor número de equipos con los que contará la categoría de bronce, al no haber habido descensos, y que dentro de dos cursos habrá una división más, la Segunda B Pro de 40 equipos, entre la actual Liga Smartbank de Segunda y la propia Segunda B.
Según explica el diario nacional deportivo, cien equipos compondrán la próxima campaña la Segunda B, entre los que estará de nuevo el Formac Villarrubia y ojalá el Socuéllamos, que a partir de la semana que viene disputará el play off de ascenso (junto a Toledo, Guadalajara y Quintanar del Rey). La categoría se dividirá en cinco grupos de 20, que a la vez serán subdivididos en diez grupos de diez conjuntos cada uno, que disputarán una liga a ida y vuelta de 18 jornadas.
A partir de ahora viene la clave y lo ‘lioso’ de cara a la siguiente fase, determinada por las posiciones tras esa liga inicial. Los tres mejores de cada subgrupo quedarán divididos en cinco subgrupos de seis en una fase intermedia (30 equipos). Tras otra liga a ida y vuelta, los tres mejores y el mejor cuarto clasificado (16 equipos) jugarán por el ascenso a Segunda División en el formato tradicional de play off. Los que no suban, más los cuatro descensos desde LaLiga SmartBank y los no clasificados para la fase de ascenso de los subgrupos de los mejores entrarán en la Segunda División B Pro.
Los que queden en la primera fase entre el cuarto y el séptimo podrán luchar por una de las 10 plazas que quedarán para la Segunda B Pro. Según AS, todavía no hay un formato concreto para determinar esos ascenso, aunque parece que podrá ser en un modo de Copa. Los perdedores seguirían en Segunda B, que en realidad sería una categoría menos, al convertirse en la cuarta del fútbol nacional y no la tercera como actualmente.
Finalmente, los tres últimos clasificados de los 10 subgrupos de la primera fase lucharán por no descender a Tercera División y mantenerse en Segunda B, también con un formato todavía por definir. Como ya se ha apuntado, con la aparición de la Segunda B Pro, la Tercera pasará a ser la quinta categoría del fútbol nacional y la Segunda B sería la cuarta. En este sentido los equipos se disputarían entre sí no bajar dos categorías, ya que una sí lo harán seguro.