El presidente del Atlético Tomelloso, Jorge Romero de Ávila, presentó este pasado miércoles a los dos últimos fichajes del club a auriverde: Carlos Arroyo, que lleva ya varias semanas en el equipo, y Álex López, el extremo que llega del Gandía del grupo VI de tercera RFEF y que podría debutar el próximo domingo ante el Socuéllamos. Los dos se mostraron ilusionados con la nueva etapa que afrontan.
“Llevaba mucho tiempo entrenando con el equipo, pero Sepúlveda me animó a tener ficha y enseguida nos pusimos de acuerdo. Ese gusanillo de la competición todavía lo tenía ahí. Espero ayudar lo que pueda para que el equipo remonte el vuelo”, explicaba Arroyo.
El delantero cree que el problema del Atlético es mental. “Somos muy frágiles de moral, con un golpe que nos dan, nos tumban. Nos meten un gol y nos hundimos y eso no puede ser. Los partidos duran noventa minutos y siempre hay tiempo para reaccionar. El día de Balazote teníamos la victoria en el bolsillo y un gol en propia puerta al final nos privó de dos puntos; el día de San Clemente hacemos una primera parte espectacular, pero en la segunda quisimos guardar ese premio tan valioso que ya teníamos y al final no pudo ser. El equipo compite, no creo que ningún equipo haya pasado todavía por encima de nosotros, pero hace falta creérselo un poquito más”.
Arroyo lamenta la marcha del míster, José Luis Sepúlveda, y asume la parte de culpa que puedan tener también los futbolistas en la delicada situación que atraviesa el equipo. “Cuando ocurren estas cosas, no es solo culpa del entrenador, todos somos responsables, sobre todo de los futbolistas que somos los que jugamos. Pero también es cierto que hace falta ese revulsivo para que el equipo cambie el chip y se puedan conseguir esos resultados positivos que nos ayuden. Es vital dejar la portería a cero, desde la base de una buena defensa es como se consiguen las cosas en el fútbol”.
De cara al partido del próximo domingo ante el Socuéllamos, Arroyo considera que “tenemos mucho que ganar y poco que perder. Ellos están arriba, con un presupuesto mucho mayor, objetivos ambiciosos y están obligados a la victoria. Creo que podemos competirles de tú a tú con nuestras armas y hacerles daño aprovechando alguna debilidad que puedan tener. Se trata de cada futbolista o línea gane su minipartido para que tengamos opciones de victoria”.
Álex López tiene 19 años, se formó en las categorías inferiores del Albacete, después llegó al Levante y su último año de juvenil fue en el Toledo de división de honor. Su último equipo fue el Gandía. Álex se define como un jugador “que puede jugar por ambas bandas, soy un extremo al que le gusta correr a la espalda de la defensa rival. Ojala pueda marcar goles o ayudar a mis compañeros para que los marquen ellos con buenos centros y trabajando arriba para crear ocasiones”.
Después de su primer entrenamiento, a Álex López le han quedado muy buenas sensaciones. “He visto un grupo muy unido a pesar de la situación complicada que tiene el equipo. El juego que vi también me da esperanzas y estoy convencido de que se puede salir del pozo. Hay argumentos de sobra para remontar”.