El Atlético Tomelloso conseguía el pasado domingo un empate in extremis ante el Atlético Albacete. Un empate, a la postre, justo tras lo visto durante los noventa minutos. Y es que el filial albaceteño fue mejor durante buena parte del encuentro ante un equipo, el de Darío, que acusó el cansancio en las piernas y que se empleó a fondo para pelear con uñas y dientes ante uno de los equipos que mejor juega de la categoría.
Pues esa lucha hasta el final, esa fe y ese coraje eran algunas de las cosas con las que se quedaba el técnico de Calzada a la conclusión del encuentro. “Para mí el empate es lo más justo. La primera parte creo que estuvo igualada y todo hubiera cambiado si en el segundo 15 Alex la mete. El equipo lo intentó y creyó hasta el final pese a que el Albacete nos sometió mucho. Para mí, sin duda, es el que mejor equipo que juega de todos y supo leer muy bien el encuentro” valoraba Darío tras finalizar el encuentro.
Ya en la segunda parte, para el técnico auriverde “fueron superiores hasta el minuto 75. Supieron leer bien nuestro nerviosismo y pudieron marcarnos más goles, pero también creo que tuvimos las más claras”. No obstante reconocía la fragilidad de los suyos a balón parado al señalar que “tenemos que ver esos errores en las jugadas a balón parado”, pero se quedaba con que “el gol hizo justicia al desarrollo del partido”.
Además, indicaba que “con Javi Fernández terminamos de corregir el correcalles, Amorín nos dio profundidad y Ureña nos dio trabajo”, cambios que, al fin y al cabo, aportaron. Sin embargo, lo que menos le gustó fue “del minuto 45 al 80 y lo que más los últimos cuatro o cinco minutos cuando todo el mundo se vuelve loco y nosotros supimos mover el balón para buscar los espacios”. Por eso, reconocía que “mi equipo se ha dejado todo y se ha mostrado firme hasta el final”. “Hay que tener paciencia y los resultados irán llegando”, concluía Darío.