El Calvo Sotelo consiguió una importante victoria ante el Socuéllamos. Un gol de Abraham pasado el ecuador del segundo tiempo dio la victoria al equipo industrial que no paró de intentarlo en un segundo tiempo donde coleccionó las mejores ocasiones. Bien es cierto que el equipo de Manolo Martínez no tuvo su mejor día, pero dentro de esa igualdad, fue el equipo de Darío el que lo intentó con más ahínco y más intensidad.
“Estamos contentos por el resultado y por cómo se desarrolló el partido y más ante un equipo como este. Era un partido importante de cara a la clasificación y creo que hemos salido muy fuertes y reforzados mentalmente”, valoraba el técnico del Calvo Sotelo tras finalizar el encuentro. En este sentido, comentaba que “empezamos con tres centrales y dos carrileros y luego cambiamos el sistema. Estábamos bien, pero no lo bien que yo quería. Quizá en ese cambio estuvo partido. Estuvimos fuertes y seguros con el balón y creo que leímos bien el partido”.
Esta victoria, que bien puede ilusionar a la afición, puede ser un arma filo para analizar las opciones del Calvo Sotelo de luchar por la parte alta de la clasificación. “A la gente no hay que quitarle la ilusión, pero tenemos los pies en el suelo y somos los mismos que empatamos en Illescas. En casa estamos siendo fuertes, pero no es hora de pensar en metas más altas”, indicaba.
En cuanto a las molestias de Kike Reguero, que jugó buena parte del partido sin poder golpear el balón con su pierna buena, Darío reconocía que “Reguero está fastidiado con el pubis. Estamos arriesgando con él desde el principio. No pinta bien la cosa”. Por su parte, respondía al buen partido de Abraham diciendo que “Abraham está tocado con la varita y tiene mucha confianza. Está con chispa y está con cuatro goles y hay que aprovecharlo”.
Por último, no dudó en hablar bien de su rival, un Socuéllamos que “está en continuo crecimiento y tiene un equipazo lleno de calidad y tiene un gran cuerpo técnico. Para nada me ha decepcionado. Siempre tendemos a menospreciar a uno y no apreciar al otro y eso es un error. Es más fruto de nuestro trabajo que demérito del rival”.