Mirar la clasificación a estas alturas de temporada es algo tan absurdo como anecdótico. Y pensar que Calvo Sotelo y Villacañas son carne de cañón para el descenso por llevar cuatro puntos en su casillero roza la grosería, la falta de respeto. Tras un mal comienzo de ambos en el que han tenido que lidiar frente a todo tipo de circunstancias, el partido de este domingo en Las Pirámides (18 horas, dirigido por García Rubio) se antoja a cara de perro.
Y es que después de cuatro partidos sin conocer la victoria y poner toda la carne en el asador en busca de recompensa, el equipo de Faustino Manzanero llega a la cita herido y con todas las ganas del mundo de resarcirse de esas dos derrotas consecutivas. O mejor dicho, cuatro partidos sin ganar cuando hizo méritos para conseguir mucho más. Sin ir más lejos el pasado sábado en el Nuevo Campo de Villarrubia cuando se vieron las caras el mejor equipo que atacaba ante el que mejor defendía. Al final, tanto fue el cántaro al río que terminó rompiéndose y, a cuatro minutos del final, los blanquiazules abrían la lata para llevarse el partido.
Poco premio, por tanto, para un Villacañas que está muy bien trabajado, que siempre se muestra como un equipo correoso y difícil, y que tiene muchas cosas que decir en su campo y ante su hinchada.
De todo ello es consciente un Calvo Sotelo que está en una situación parecida. Con cuatro puntos en su casillero y tras perder en el Cerrú ante el Azuqueca, los de Andrés Viñas han buscado todo tipo de alicientes para creer en la victoria. Para empezar, será la primera prueba en césped artificial de la temporada, un contexto donde los azules sacaron mucho petróleo el año pasado a domicilio. Además, el partido es “de su liga” para los industriales cuando el objetivo primordial es la permanencia.
Por otro lado, tan solo Culebras y Adri Rico son baja para el encuentro mientras que el resto está totalmente disponible para el técnico. La semana, tal y como indicaba Viñas en la previa, ha sido de “desilusión y frustración por la derrota, pero con el aliciente de poder resarcirnos conscientes de que todos los partidos son complejos y difíciles”.
Sobre el rival que tendrá en frente, el Villacañas, el mister apuntaba que “los cuatro puntos los ha conseguido en casa y dejó la portería a cero. Como bien ha dicho su entrenador, es una final para ellos, por lo que no nos queda otra que reaccionar para dar, posiblemente, la mejor versión de toda la temporada. Creo en lo que hago y las cosas van a salir bien. Tengo confianza y tranquilidad y así tratamos de transmitírselo al equipo”.
En este sentido, “espero un equipo ordenado y disciplinado que saldrá a un ritmo muy alto. Ese ímpetu puede provocar errores para los dos equipos. Habrá que tener en cuenta con la dupla Capelo y Gustavo en la zona de arriba y tener mucho cuidado con el balón parado ya que Cabrera se postula como el hombre más peligroso. Y, cómo no, trataremos de aprovechar nuestras ocasiones ya que en frente estará un portero seguro y contrastado como Rodri”.