Almagro y Villarrubia se miden este domingo, a partir de las 16:30 horas, en uno de los partidos más atractivos de la jornada. Es un derbi, como otro cualquiera, pero con la necesidad imperiosa de ganar en ambos conjuntos. Uno, para salir del pozo cuanto antes. El otro, para poner fin a la mala racha y defender con uñas y dientes esa cuarta plaza.
Para colmo, el duelo tendrá varios alicientes y muchas incógnitas que resolver. Para empezar, el Almagro ha vivido una semana convulsa tras la destitución de Kiko Vilches como técnico rojillo. Mientras la directiva busca un nuevo inquilino, Vicente Arévalo, técnico del juvenil, llevará las riendas del primer equipo. Sin volverse loco, el técnico de la casa apostará por una línea continuista y se encomendará al Manuel Trujillo en busca del más difícil todavía.
En frente estará un Villarrubia que, desconociendo por completo las intenciones del nuevo entrenador, se ha mirado a su propio ombligo en busca de la reacción. Y es que tras caer en Mora y recibir una dura derrota en casa ante el Socuéllamos, los de Javi Sánchez acudirán al Trujillo con el traje de guerra en busca de la victoria.
Mientras tanto, Vicente Arévalo tiene mucho que ganar y poco que perder. En su debut como técnico en tercera, al mister le ha tocado bailar con la más fea. Con ocho puntos en su casillero y después de caer en Madridejos, el Almagro ha empezado a catalogar los partidos como finales. De hecho, hasta Astillero se ha salido del dique seco en busca de la reacción rojilla.
En el capítulo de bajas, Gascón es la más significativa por sanción, mientras que el resto parece estar disponible. En el Villarrubia, solo Fran Minaya se ha quedado fuera por culpa de su maldita lesión.
Partido disputado
En la previa del encuentro, el técnico interino reconocía que “la semana ha sido complicada, pero llevadera. Quizá haya sido algo atípica, pero da gusto trabajar con un grupo así de jugadores. Lo malo es que nos toca uno de los cocos de la categoría y nunca se sabe qué es mejor; si que venga en una buena dinámica o en una malo”. No obstante, para el mister, “vendrán presionados, imagino”.
Cuestionado por los suyos, Arévalo pasaba olímpicamente de las revoluciones. “No es momento de revolución. El 99 por ciento del trabajo es de Kiko, por lo que seguiremos una línea continuista”. Sobre el rival, indicaba que “es un equipo complicado, que quiere tener el balón, que sale desde atrás jugando y que tiene un gran potencial en el ataque. En definitiva, un equipo muy completo” por lo que “espero un partido disputado, de mucha intensidad y con dos equipos necesitados. Trataremos de contrarrestar esos puntos débiles y vaticino un partido con pocos goles”.
Ganar o ganar
Por su parte, Javi Sánchez estaba “con ganas de que llegue el domingo y volver a la senda del triunfo. No es el partido del Socuéllamos el que nos hizo más daño. Fue el partido del Mora”. Tras esos dos pinchazos, “vamos a ganar porque creemos que tenemos que ganar”.
Además, tras el cese de Kiko Vilches, el mister del Villarrubia señalaba que “es un partido incógnita que tenemos que basarnos en nosotros mismos. Espero un partido de los que nos están planteando; difícil y correoso. Un poco lo que nos venimos encontrando. El Trujillo imagino que apretará e irá a muerte con su equipo”.
Por último, volvía a insistir en que “no me preocupa tanto el rival, sino mi equipo”.