Francisco J. Otero
Almagro
“Mu mal se nos tiene que dar para no regresar acompañados”, decía cada noche un amigo. Mi amigo era un bocazas, porque se nos daba mal casi siempre, pero al Almagro no es que se le tenga que dar “mu” mal, sino muy peor para no estar jugando en poco más de un mes por ascender a Segunda B. Ayer le metió cinco al Madridejos, en un partido que se afrontaba con mucha preocupación por las circunstancias que lo rodeaban. Y es que la fiebre obligó a cambiar de planes y el Almagro dejó claro que no bebe de una sola fuente, que tiene recursos e imaginación para reinventarse. Ureña se sentó en el banquillo como último recurso, baldado por la gripe. Moraga, ni eso. Rozando los 40 grados no pudo echar una mano a sus compañeros. Darío varió entonces la estrategia. Sentó a Luis Paz y adelantó a Pedro para que conformara una suerte de guardia de corps junto a Santana, flanqueando a Gascón. Vamos, lo que los modernos llaman un trivote ofensivo. La segunda parte del plan era no tocarla mucho atrás. Astillero, los centrales o Gascón buscaban la cabeza de Chendo.
El plan empezó regular nada más. Fueron los visitantes, que se jugaban la vida, o el play off, no exageremos, los que comenzaron un poco mejor. Solo un poco. Además, no se traducía en peligro. El Almagro fue asentándose, sin dejar de acelerar, paulatinamente, en toda la primera parte.
Y así llegó la primera jugada que pudo terminar en gol. Fue una combinación entre Chendo y Douglas. Peinó el primero y el brasileño, a trancas y barrancas, alcanzó el esférico, tocándolo lo justo para que se colara entre las piernas de Miguel. Como no iba fuerte, alcanzó la defensa para sacarla casi bajo los palos. El mismo Douglas se inventó una medio volea parta volver a avisar al Madridejos. El Almagro estaba, ya por entonces, al timón.
Los visitantes, no muy contentos con el papel parecía adivinarse en el guión, amagaron con una penetración de Marío, cuyo pase de la muerte cortó Gascón al límite.
Fue un espejismo, porque a partir de entonces iban a llegar los mejores momentos de los calatravos Avisó Juanlu. Cada vez que coge la pelota el canterazo en posición de golpearla, un rumor corre por el Trujillo. Algo así como el rugido de la marabunta, barruntando lo que está por venir. No llegó por los pelos. Poco después, el mismo Juanlu encontró a Santana y el pase del de Santa Quiteria no llegó por poco Chendo. La mandó un defensa a córner. Se sacó y el rechace le cayó a Juanlu, que lo pegó muy cerca del poste.
Fue el preludio del primer tanto. A la media hora, una falta pasado el centro del campo la convirtió Douglas en un regalo para un Santana que dijo gracias. Remató perfectamente el centrocampista y Miguel nada pudo hacer por evitar el gol.
El gol desató al Almagro. Santana lo intentó de lejos y el balón salió alto por muy poco. Chendo voló para deleitar a la grada con un remate acrobático a pase de Santana que rozó el poste. El mismo Chendo dejó solo a Douglas en el área chica con un cabezazo. No resolvió con rapidez el brasileño y se le echó encima la defensa.
La falta de puntería estaba privando a los calatravos del segundo, el de la tranquilidad. Mario le puso el corazón en un puño a la afición, que respondió de nuevo, a pesar de ser media jornada económica. Pero bajo el larguero, en el Almagro, juega Astillero, que respondió con un paradón al lanzamiento del delantero toledano. En el córner, Caloto no se atrevió a tirar y perdió una ocasión clarísima.
El partido se decidió antes de acabar el primer tiempo. Y lo hizo con un tanto minimalista, que contrasta con los excesos que iban a llegar. Peleó Douglas por un balón, que acabó robando. Por un centímetro se lo quedó De la Hoz, que se internó para buscar a Chendo. El de Torreblascopedro encontró el único hueco que había, al primer palo, pegadito al poste.
Quizás el 2-0 fue la puntilla. O lo fue el 3-0. Un cuarto de hora los separó. El del descanso. Porque nada más regresar de los vestuarios, en el saque inicial, Chendo encontró un pase largo, controló, se dio la vuelta y fusiló a Miguel.
Tres más
La segunda parte no tuvo, pues, un carácter competitivo. Darío pudo hacer cambios: dar descanso a Juampe, Douglas (tocado) y Santana. Y se vieron jugadas de mérito, de mucho mérito. Especialmente el chicharro de Juanlu, que sacó el misil que ya había utilizado en Las Pedroñeras. El golazo enardeció al público, como antes lo había hecho una ocasión clarísima para el “hat trick” de Chendo, un tiro lejano de Santana quen sirvió para ver un paradón de Miguel o una filigrana de Douglas que no marcó por muy poco. El que sí lo hizo fue José Vicente, pero lo anuló Gonzalo Sánchez, más bien el línea, que entendió mal la jugada. El chaval la pegó desde el lateral, un centro chut, que fue chut y acabó en las mallas. El línier debió de pensar que fue centro y marcó fuera de juego de un delantero.
Pero, a pesar de que el Madridejos se acercó en más de una ocasión para marcar, fue el Almagro el que redondeó la tarde con el “hat trick” de Chendo. Juanlu se internó por la derecha y centró, sí, con esa pierna. Chendo la esperaba para meterla de pecho. El jienense puede sacar pecho con su primer triplete y el Almagro también. “Mu” mal se le tiene que dar.
Almagro: Astillero, Juan Carlos, De la Hoz, Carlos García, Juampe (Luis Paz, 63’), Gascón, Douglas, Pedro, Chendo (Ureña, 68’), Juanlu y Santana (José Vicente, 74’).
Madridejos :Miguel, Vampi, Pascu, Benítez (Álex), Caloto, Fran Simón, Chata (Fran Melli, 64’), Jesús, Riki, Leo (Pablo, 40’) y Mario..
Árbitro: Gonzalo Sánchez, asistido por Chamero González y Mínguez Casas. Amarillas a Luis Paz, José Vicente; Jesús, Luis Melli.
GOLES: 1-0 (31’) Santana; 2-0 (43’) Chendo; 3-0 (45’) Chendo; 4-0 (60’) Juanlu; 5-0 (88’) Chendo.
INCIDENCIAS: : Manuel Trujillo de Almagro.800 espectadores. Media jornada económica.