El Atlético Tomelloso quiere asaltar el Barranco del Lobo (Domingo, 19 horas). Lo intentó el pasado 15 de agosto y se quedó con las ganas tras perder por 2-0 en el Trofeo de Ferias de la localidad roblense. Apenas un mes después, la película ha cambiado por el Municipal de la Virgen. Y es que Calle era destituido por José Antonio Duro y a una semana de empezar la liga se hacía cargo Jesús Castellanos. Los mimbres eran los mismos, pero el entrenador, distinto.
Con el único objetivo de jugar play off, la plantilla del Villarrobledo sigue a lo suyo; entrenar y jugar para ganar partidos y lograr el objetivo. Pero en lo extradeportivo, no pasa por el mejor momento el conjunto roblense con una directiva dividida y con una deuda que amenaza su futuro. Eso sí, cuando rueda el balón, todos reman en la misma dirección, pero el Atlético Tomelloso quiere sacar tajada de lo humano y de lo divino. De lo deportivo y de lo extradeportivo.
Tras empatar en el último suspiro ante el Atlético Albacete, los de Darío sumaron un punto que puede servirle de mucho si con capaces de ganar en Villarrobledo. La plantilla ha entrenado con intensidad consciente de que para ganar al equipo de Castellanos hace falta el 200 por cien.
No estarán en la cita ni Carles, ni Antonio León ni Alvarito, todos ellos por sendas lesiones, por lo que, una vez más, Darío tendrá que recomponer la defensa para salir con garantías. El resto estará disponible para el de Calzada.
“La semana ha sido muy buena de trabajo. Tenemos ganas e ilusión por conseguir la victoria en un campo que no pierden desde hace más de una temporada”, comentaba el técnico auriverde en la previa mientras avisaba que “vamos a ver diferencias entre el Villarrobledo del 15 de agosto al de este domingo. La intensidad será mucha mayor y el partido mucho más exigente”.
Por otro lado, advertía que “habrá que tener mucho cuidado en el balón parado y en las transiciones porque son algunas de las virtudes de este Villarrobledo”. Por eso, “tenemos que trabajar todos en una misma dirección y utilizaremos nuestras armas para contrarrestar sus virtudes. Hay posibilidades de sacar algo positivo y por qué no, de ganar el partido”.
Por último, esperaba “un partido difícil, disputado y donde tendremos que estar concentrados durante los noventa minutos. Va a ser un partido como de ajedrez hasta que se abra la lata. Una vez que se abra el marcador se verá otro partido más abierto y diferente”.