Antonio Martínez
Socuéllamos
Lo de este domingo en el “Paquito Giménez” se queda sin calificativos. La numerosa afición que respondió a la llamada, las Peñas juntas animando al equipo, el ambiente de gala, pero lo que no tiene nombre es lo de San Carlos García. Si el anterior partido en casa, gracias a su tanto, el “Socu” sumaba tres puntos vitales ante otro rival directo como el Amorebieta, en este le daba la victoria, tomen nota, parando un penalti cuando ya había pasado hasta el descuento. No queda la cosa en su pundonor y eficiencia en defensa, sus saques de banda, su llegada y hasta sus goles en ataque, sino que ayer, cuando habían pasado los tres minutos de descuento, el colegiado permite sacar un corner, y en esa jugada señala penalti y expulsión de Bocanegra por supuesta agresión a Reguero. A parte de permitir el saque de esquina fuera de tiempo, comete otro error porque el balón no estaba en juego y aunque hubiese agresión y expulsión, no penalti. García Cosín había hecho todos los cambios, por lo que un jugador debía ponerse bajo palos, y ese fue Carlos García, que para éxtasis del “Paquito Giménez”, adivinaba la intención de Paredes y detenía el penalti. Lo que vino después fue para estar ahí. Todo el “Paquito Giménez”, literal, se fue a abrazar al jugador, que tardó más de 40 minutos en llegar a los vestuarios.
Hemos empezado por el final porque merecía la pena, ya que gracias a ese loco minuto, el Socuéllamos salvaba dos puntos, daba un importante paso para conseguir la salvación y encumbraba a Carlos García como héroe local.
Además, el partido no fue digno de guardar en la hemeroteca. Sobre todo en la primera mitad, con poca llegada y ocasiones, comenzando el Socuéllamos más metido y soltándose poco a poco el conjunto vasco. Al Socuéllamos le estaba costando mucho elaborar juego, aunque tenía más presencia en ataque gracias al balón parado, gozando de corners, faltas y saques de banda por el lateral de Carlos García. La más peligrosa fue un libre indirecto en el minuto 37 que rechazaba la defensa vizcaína a disparo de Kike Domínguez.
La segunda mitad continuaba pintando mal, sin demasiados argumentos por ningún bando como para desequilibrar el marcador, por lo que Cosín no esperó mucho para introducir un doble cambio que dio otro aire a su equipo. Fran Hernández y Calle sustituían a Bienve y Montes. En la primera aparición de Fran, el centrocampista habilita a Carlos García para que haga el primer disparo entre palos, que Bernardo despejaba con apuros. El Leioa no creaba peligro hasta que en el minuto 66 Yurrebaso conecta un cabezazo que se marcha alto y poco por no decir nada más. Tres minutos después llegaría el único gol del partido, obra de Chato, que acababa de sustituir a Salva. Falta lateral, casi en el corner de la derecha del ataque azulón, el balón despejado en el punto de penalti cae en las botas de Chato, que empala en la frontal y bate de manera ajustada a Bernardo.
Lo estaba pasando mal el Socuéllamos, no por los apuros que le creaba su rival, sino porque se veía incapaz de llegar con peligro serio a la meta contraria. Hasta el final, Calle tuvo otra ocasión de cabeza y Carlos García un peligroso disparo con el exterior que se marchó alto.
Mucha emoción y otro minuto 93 para guardar en la retina de los presentes, que celebraron por todo lo alto el milagro de un jugador con mayúsculas: CARLOS GARCÍA.