Parece que será la tónica general en los equipos a lo largo de la temporada y esta vez le ha tocado al Manzanares, que tiene el positivo por coronavirus de un jugador de su plantilla. Esta situación ha provocado la paralización de los entrenamientos y la puesta en marcha en el club del protocolo sanitario obligado. Ahora su partido del próximo sábado en Marchamalo, correspondiente a la ida de la Copa del Rey en su fase previa, está en el aire, si bien la intención del equipo de momento es poder disputarlo si la Federación de Fútbol lo permite.
Ese futbolista positivo se encuentra aislado, al igual que cuatro compañeros más que han tenido contacto más directo con él en el coche para desplazarse a los entrenamientos. El resto y el cuerpo técnico no están de momento en cuarentena, a la espera de ser sometidos todos a test PCR en estas próximas horas. El afectado y los contactos directos, a falta del resultado de las pruebas, tendrán que permanecer seguro al menos así aislados durante diez días, por lo que no llegarían a ese encuentro. Los demás, siempre que salgan todos negativos, podrían juntarse a finales de esta semana ya que según el protocolo son siete días los que hay que esperar desde el último contacto con el positivo.
El club conoció el posible positivo del jugador el pasado sábado y lo confirmó el domingo, por lo que suspendió el encuentro amistoso que tenía previsto disputar ante el Criptanense. Tan solo siete sesiones preparatorias lleva realizadas el equipo de Rubén Chamero, técnico que tiene que resignarse a esta situación en la semana de un encuentro importante como es el de la Copa del Rey. A falta de confirmar si se disputa o no y de si puede volver a juntarse el grupo el jueves o viernes tras los resultados de los test, sí que el entrenador quiere seguir en contacto con sus jugadores vía telemática.
