Astillero está de vuelta. Tras recibir el pasado lunes el alta médica por parte del especialista tras su lesión en una de las vértebras, el portero del Almagro podría ser la gran novedad este domingo para recibir al Formac Villarrubia. El daimieleño ha entrenado con relativa normalidad a pesar de tener algunas molestias. Será, además, el debut de Vicente Arévalo en el banquillo rojillo tras la destitución de Kiko Vilches el pasado martes.
“Me dieron el alta y estoy mucho mejor. Ya he empezado a entrenar y, aunque tengo alguna molestia, no tengo el dolor que tenía antes”, explicaba Astillero. En este sentido, tras probarse, el capitán del Almagro aseguraba que “voy a hacer todo lo posible por jugar. El mister decidirá si juego o no, pero estoy en perfectas condiciones”.
Repasando la actualidad de su equipo y tras la marcha de Kiko Vilches el pasado martes, el guardameta indicaba que “fue un ’shock’ que destituyeran a Kiko. Sabíamos que estaba en entredicho, pero pensábamos que tenía crédito una semana más”. Además, aclaraba que “no es solo culpa suya esta situación porque los que jugamos somos los jugadores y quizá no estuvimos a la altura. El que pierde siempre es el entrenador”. Mientras tanto, “no queda otra que mirar al futuro y que la directiva decida lo mejor para el club. Toca arrimar el hombro y defender el escudo del Almagro”.
Por último, de cara al partido de este domingo, Astillero comentaba que “al fin y al cabo es un derbi y en casa. Villarrubia siempre es muy difícil y está hecho para jugar play off. Espero un equipo que venga a por todas, pero se lo pondremos difícil. Estamos mentalizados de que solo nos vale ganar y eso pasa por el Trujillo”.