El Formac Villarrubia vuelve a la competición después del varapalo sufrido el pasado domingo ante el Don Benito. Aparte del trabajo físico, Javi Sánchez y Guti han hecho hincapié en el aspecto anímico, en recuperar las buenas vibraciones y en volver a recuperar las buenas sensaciones a base de confianza, esa que se ganó a pulso tras la racha, casi inmaculada, de este 2020.
Recibe el Villarrubia este sábado al Sanluqueño (19 horas, dirigido por el madrileño Muñoz Piedra), un equipo que llega en horas bajas y muy tocado y donde en juego habrá mucho más que tres puntos. Para empezar, porque es un duelo directo en la clasificación con dos equipos que están coqueteando con los puestos de descenso. El equipo de Javi Sánchez parte con ventaja porque suma 32 puntos y está a tres de la promoción y a cuatro del descenso directo. Sin embargo, los de la ciudad de la Manzanilla, vienen de siete partidos sin ganar y con un bagaje de dos empates y cinco derrotas consecutivas, lo que le ha colocado al borde del abismo con 30 puntos.
El equipo de Abel Gómez cuenta con las bajas de Edu Oriol, Dani Güiza y Theo. Además, Abenza, Antonio Jesús, Quintana y Nando Quesada se perfilan como serias dudas. El que sí estará será una de las referencias como es Álex Geijo que, tras unos meses lesionados, reapareció el pasado domingo en la derrota ante el Recreativo Granada.
Por su parte, Javi Sánchez no podrá contar ni con Piojo, por sanción, ni con Fran Cortés, por lesión. La principal novedad es la vuelta de Andriu, uno de los pulmones del equipo y pieza fundamental en el esquema del técnico toledano.
En cualquier caso, el Formac Villarrubia afronta un partido fundamental y no puede dejar escapar la oportunidad que supone jugar en el Nuevo Campo, talismán para conseguir el claro objetivo de la permanencia.
Por eso, en la previa del encuentro, Javi Sánchez aseguraba que “nos hemos marcado ir repitiendo los números de la primera vuelta porque serían suficientes para llegar a la salvación. Si ganamos allí, aquí tenemos que ganar. Si queremos seguir marcando ese número de puntos, los partidos que hemos ganado en la primera vuelta no podemos pinchar ahora. Es un partido en casa y un partido para ganar y seguir con las buenas sensaciones”.
Cuestionado por lo anímico, el toledano reconocía que “después de un 5-0 un equipo está tocado, es una sensación de impotencia. Pero toca pensar y recapacitar y darnos cuenta que no podemos perder las buenas sensaciones que traíamos por un partido”.
Por otro lado indicaba que “recuperamos a gente importante, recuperamos a Andriu y él nos da mucho en nuestro campo. Vamos a intentar buscar las buenas sensaciones de casa y seguir mirando hacia el objetivo”.
Por último, destacaba que “el Sanluqueño es un rival complicado como todos. Cada partido toma una importancia más grande. Es un equipo que viene tocado y si ganamos será bueno para nosotros y les dejaremos más tocados todavía.