Chicastro
Venció el Villarrubia, como era de esperar, y dejó sobre el terreno de juego varias sensaciones. Por un lado, demostró que si el fútbol bonito no funciona, ahí puede aparecer el práctico, el de la pizarra, que también da goles y puntos. Y lo hizo con dos tantos a balón parado. Se atascó en el primer tiempo y mostró su mejor versión en el segundo acto con un Marchamalo que fue de más a menos y que se fue diluyendo como un azucarillo. Moraga, Ricardo y Víctor se vistieron de goleadores y Mario puso el gol del honor, aunque bien es cierto que con 2-1, el pequeño jugador gallardo tuvo el empate.
La otra noticia del día fue el regreso de Valdivia después de catorce meses en el dique seco por una pubalgia. El industrial cuajó muy buena actuación en apenas quince minutos y dio el pase del tercer gol a su compañero Víctor.
No empezó de la mejor manera el partido el Villarrubia que ya desde el calentamiento tuvo circunstancias con las que lidiar. Javi Jerez se retiraba de los ejercicios previos y tenía que entrar Víctor en su lugar para tener que modificar el once. Nada más comenzar el encuentro el Marchamalo pedía un penalti a Manolo que el colegiado no entendió.
El equipo local no tardó en coger las riendas, aunque estuvo más gris que otros días. Luque fue el primero en avisar con un zapatazo fuerte y seco desde la frontal que Tomás enviaba a córner. Minutos más tarde era Iván Zaragoza, el mejor de los locales, el que lo intentó con un centro chut que se envenenó y que obligó al meta gallardo a sacar una gran mano a córner. El Villarrubia quería pero le costaba perforar la telaraña puesta por el equipo visitante. Y tuvo que ser en la recta final del primer tiempo y en jugada de estrategia cuando el equipo blanquiazul abriera la lata. Fue en un córner botado por Vílchez al punto de penalti, allí aparecía la cabeza de Moraga que, libre de marca, batía por bajo a Tomás para hacer el primero.
Segunda parte
Si el gol de Moraga pudo ser psicológico, el segundo no lo fue menos. Apenas habían transcurrido tres minutos de la reanudación cuando Luque y Vílchez ya habían avisado con sendos acercamientos. Y fue de nuevo en la estrategia cuando el Villarrubia encontró premio. Vílchez botó un córner al punto de penalti, de nuevo remataba Moraga al segundo palo y ahí aparecía la pierna de Ricardo para darle con lo justo y subir el segundo.
El Marchamalo fue desapareciendo poco a poco y fue entonces cuando surgió Mario para acortar distancias en el marcador con un testarazo en el segundo palo a pase de Rober. Los minutos iban pasando y el Villarrubia no lograba cerrar el partido ante un rival que podía surgir en cualquier momento. De nuevo Mario se plantaba solo ante Javi Sánchez, pero el meta cordobés, muy atento y con muchos reflejos, salvó el empate.
Salió entonces Valdivia a quince para el final y su presencia se notó con los cambios de ritmo y la velocidad que atesora el ex de Talavera y Puertollano, entre otros. Manu Castillo se sacó un zapatazo desde la frontal que hizo volar a Tomás y fue a diez del final cuando Víctor finalizaba con la zurda y rasita una gran jugada de Valdivia.
Ficha técnica, en la edición impresa