Raúl Fernández
Ciudad Real
Otro punto más para el Ciudad Real, y otro para el Villarrubia. El derbi acabó con un empate que sirve a ambos para dar un pasito en sus respectivos caminos. El Dépor sigue con el utópico play off a diez puntos y el Villarrubia, por su parte, ha salido del descenso. El duelo fue tenso, con goles, un penalti, disputas, sobreesfuerzos, dos expulsiones y más polémica todavía. Tuvo de todo, aunque lo que hubo menos fue el fútbol. Y en este aspecto el Ciudad Real superó a su rival en la primera parte, mientras que la segunda resultó más igualada. Lo cierto es que el Villarrubia, con jugadores de clase, propuso poco. Se notó desconfianza en futbolistas de talento, quizá debida al agobio de la tabla, pero no a sus nombres, y ni en superioridad pudieron con un Dépor que tiró de corazón y llegó a creer con uno menos. Al final las tablas parecieron justas, aunque cada uno tirara para lo suyo, como evidenciaron los técnicos en la posterior rueda prensa. El eterno debate del fútbol.
No dieron ambos ni tres pases seguidos en los minutos iniciales. Y en esa maraña de juego, el Villarrubia tuvo la gran ocasión de golpear primero. Fue en el minuto 9 cuando Ramos se colgó de Juanma Ortiz dentro del área en un pase lateral sin peligro. El árbitro decretó un penalti aparentemente claro e innecesario, pero el meta local Sergio adivinó el lanzamiento de Rubén Gómez para alivio del Dépor.
Esa acción pareció impulsar anímicamente a los de Ciudad Real, que ya entonces sí pudieron merodear con cierto peligro el área visitante. Iván Bravo llegó apurado a un buen pase entre líneas y luego ni Noel ni Iván Limón alcanzaron en el segundo palo un gran golpe franco. Para la polémica quedó, además, una posible mano de Alexis dentro del área que no vio ni el línea ni el colegiado. Fue la primera de varias después.
Definitivamente el Ciudad Real se hizo entonces con el control. Manejó el juego a su gusto con movilidad arriba y superó a un Villarrubia aletargado, increíblemente sin fútbol y sin ideas en un ataque amparado a una buena contra que no llegó ni por asomo. Y en esa tónica el conjunto azul volvió a crear peligro en una acción por banda de Iván Limón que remató Noel sobre un defensor; el rechace se quedó franco a Iván Bravo, pero no acertó con la portería.
En los minutos finales del primer tiempo el juego se enzarzó. Juanma Ortiz probó a Sergio a balón parado y luego solicitó un penalti de Jesute que no pareció. Los jugadores de uno y otro bando se encararon en leves disputas antes de que el ahora villarrubiero Santi Cabeza golpeara a su ex equipo, cuyo escudo defendía hace poco más de un mes. El extremo remató de cabeza en solitario y en el segundo palo un gran pase de Juanma Ortiz. Era el 0-1, celebrado por el de Pedroñeras con ganas al principio y con respeto a sus ex compañeros y ex aficionados después. Y con ese marcador se llegó al descanso.
Más cómodo se sintió el Villarrubia en la segunda parte. Alentado por el gol, que siempre aumenta la confianza, al menos el bloque de Sergio Inclán pudo tocar con más asiduidad. Pero poco duró su estado de optimismo. Noel, que firmó uno de sus mejores partidos, se inventó una excelente asistencia por encima de la defensa e Iván Bravo no la desaprovechó para batir con suavidad a Casero y poner el 1-1.
El Dépor volvió de nuevo a tomar impulso en un choque que abrió sus espacios, pese a que Alberto Parras sacó a Yon por Iván Limón para formar un tridente en el centro. En medio de un juego ágil llegó una acción que pocos vieron: el villarrubiero Alexis cayó al suelo quejándose, el balón siguió varios segundo dominado por el Ciudad Real, hasta que el colegiado paró la jugada y, a instancias de su asistente, mostró roja al local Fernando, supuestamente por agresión. Las protestas fueron airadas por los azules.
Con uno más fue el Villarrubia el que se lanzó al ataque, aunque el Dépor no se achicó. Tanto, que el juego estuvo nivelado, si bien el equipo villarrubiero creaba más peligro. Como un disparo sensacional de Juanfri al que respondió Sergio con un paradón por bajo. Quedaban 15 minutos, el choque estaba abierto y el míster local Parras en el vestuario, tras recibir una nueva expulsión al protestar otras manos no pitadas dentro del área villarrubiera.
El juego entonces llamó a la casta ante el bajón físico. Y ambos fueron a tope. Rafi mandó fuera el balón tras driblar al portero visitante en una gran ocasión. A la siguiente acción en la otra meta Chucho remató alto de cabeza. No había tregua y podía marcar cualquiera, pero al final no lo hizo ninguno. Hubo empate. Y fue muy calentito.
Ficha técnica, en la edición impresa