La mayoría de los niños y niñas sueñan con ser como Messi, Mbappé, Vinicius o Alexia Putellas. Por Bolaños de Calatrava, en lo que sueñan ahora es en ser Fran García Torres (14-8-1999), el jugador de la localidad que comenzó a dar sus primeros toques al balón en la Escuela de Fútbol bolañega y que, tras marcharse a la cantera del Real Madrid con 13 años y pasar luego por el Rayo Vallecano, ahora a los 24 años ha conseguido esta temporada convertirse en un integrante del primer equipo madridista.
En Valdebebas trabaja a diario Fran García a las órdenes de Carlo Ancelotti para dar lo mejor de sí en los partidos en el Santiago Bernabéu o fuera de Madrid. Allí, en unas lujosas instalaciones llenas de campos de fútbol, con olor a césped en el ambiente y con férreos controles de seguridad, el futbolista del Real Madrid nos recibe con la humildad que siempre mantiene. Y eso que tuvo un día duro, con entrenamiento, posterior control antidoping y algún otro acto más publicitario antes de una comida que se le iba a retrasar mucho.
Tras unas cuantas horas de espera en el edificio de prensa de Valdebebas, con varias salas llenas de fotografías históricas del club, del nuevo Santiago Bernabéu y, por supuesto, de las catorce Champions conseguidas, Fran García apareció junto al jefe de prensa sobre las 14 horas y compartió con nosotros una media hora de preguntas y de fotografías, con paciencia pese al ajetreo y con cariño a nuestras peticiones.
El bolañego lleva ya casi tres meses como nuevo jugador del Real Madrid y, jugando muchos partidos en la titularidad, ya vive desde dentro lo que es vestir la camiseta blanca del primer equipo, sentir el apoyo de un nuevo Santiago Bernabéu y debutar en la Liga de Campeones UEFA. Es ahora uno de los dueños del lateral izquierdo del conjunto madridista y quiere seguir trabajando duro por el Real Madrid para levantar muchos títulos.
P: Voy a empezar por el partido de hace unos días ante la Real Sociedad. Fuiste elegido Mejor Jugador, diste dos asistencias claves para la remontada y, cuando te sustituyeron, te aplaudió todo el público. ¿Qué se siente cuando uno sale así ovacionado en un Santiago Bernabéu lleno?
R: La verdad que da mucha alegría. Siendo canterano del Real Madrid, llevando aquí casi toda la vida, que se diera esa situación es un orgullo y una satisfacción por el trabajo realizado. Tengo ganas de seguir haciendo las cosas bien, de seguir trabajando y, como siempre he dicho, de devolver la confianza que la gente deposita en mí de la mejor forma posible.
¿Cuántas veces habías imaginado o soñado un momento así?
Lo sueñas muchas veces y trabajas para que se cumpla. Fue un día muy bonito y trataré de que se repita todas las veces posibles.
Llevas ya varios meses viviendo ese sueño de estar en el primer equipo del Real Madrid, ¿cómo lo llevas?
Como el primer día. Con mucha ilusión, con ganas de seguir creciendo y trabajando para dar lo mejor al equipo y ponerlo al servicio de todos.

¿A qué cosas tuviste que renunciar para conseguir estar aquí?
Tuve que salir de casa con 13 años y venir aquí a Madrid a la residencia. Parece que no, pero ya llevo 11 años en Madrid y ya mi vida la mayoría está aquí. Tienes que hacer sacrificios, hay pros y contras, pero hay que tratar de siempre quedarte con lo positivo para seguir yendo hacia adelante y en un camino que vaya ascendente. Es lo que buscamos, tener esa suerte, estar en el momento adecuado, en el momento justo, porque este es un mundo muy complejo.
¿Qué recuerdas de ese niño que entrenaba y jugaba en Bolaños de Calatrava y que ahora ha llegado al Real Madrid?
En ese momento no pensaba en llegar. Entonces solo disfrutas jugando al fútbol, lo pasas bien. Salía de clases corriendo para comer rápido e irme a las pistas o al campo a jugar con los compañeros hasta que era de noche y ya te tocaba volver a casa. Tengo mucho cariño a esos momentos, fue cortito pero es cuando más disfrutas, cuando eras pequeño no tienes obligaciones y solo quieres jugar mucho al fútbol y tratar de pasarlo bien.
Los que te veían jugar entonces y tus entrenadores, cuentan que ya se intuían tus posibilidades de llegar alto.
Tuve allí la oportunidad de crecer allí con muy buenas personas a lo largo de los años de alevines e infantiles. Teníamos una muy buena generación. Es verdad que luego allí es más complicado mantener ese buen grupo, pero hicimos un crecimiento muy bueno no solo del equipo, sino también para las escuelas deportivas. Ganamos varios torneos y quedamos campeones de liga varios años consecutivos. Siendo tan pequeño, eso te ayuda a seguir creciendo con esas ganas, con esa ambición de seguir haciendo cosas bonitas y eso al final es lo que te saca de allí.
¿Cuál ha sido o cuáles han sido tus ídolos?
Era pequeño y jugaba de extremo. Entonces me fijaba mucho en Gareth Bale. A medida que me iban retrasando a la posición de lateral, tuve la oportunidad en los juveniles y en el Castilla de disfrutar de Roberto Carlos y ya de Marcelo cuando subía al primer equipo. Pude aprender de él, yo trataba de ser una esponja en todos los consejos que me dada, siempre me trataba de ayudar. Así que creo que he tenido a los mejores referentes que puede tener un lateral izquierdo.
Tras jugar en el Castilla, saliste del Real Madrid para jugar en el Rayo Vallecano. Esa etapa parece que fue clave para regresar.
Yo llego al Rayo Vallecano en Segunda División y ese primer año logramos el ascenso. Luego los dos siguientes en Primera División fueron increíbles. El primero llegamos a la semifinal de la Copa del Rey y al año siguiente estuvimos cerca de meternos en Europa, lo peleamos hasta el final.
El Rayo es un club increíble para crecer, para dar esos pequeños pasos hacia adelante cuando sales de un filial o de una categoría como Segunda B. Acerté de pleno y también me ayudaron mucho desde el primer día que llegué allí. Siempre lo he dicho, aquello es como una familia un poquito más grande, en la que están todos los compañeros, gente, trabajadores de allí y, sobre todo, la afición tan increíble que tienen. A mí me acogieron muy bien y siempre les voy a estar agradecidos por ayudarme a dar ese primer paso en el mundo profesional.

Ahora en el Real Madrid imagino que todo es más grande. ¿Lo notas mucho? ¿Ves que te conoce más la gente, te paran más por la calle?
Sí, claro. Al final, la magnitud que tiene el Real Madrid no la tiene el Rayo. Creo que es un paso importante hacia adelante para también asentar la cabeza, saber en el sitio en el que vuelves a estar, aunque cambia mucho la película de estar en el primer equipo o en un filial o cantera. Yo quiero seguir aquí dando lo mejor, creciendo día a día. Esto es lo que es el Real Madrid, hay que dar esos valores y ponerlos en manifiesto cada vez que sales al campo, entrenando o en cada sitio en el que estés.
Durante la temporada pasada en el Rayo ya se venía tiempo apuntando que volvías al Madrid. Cuándo ya te dicen que está hecho, que efectivamente vas a fichar, ¿qué sentiste en ese momento y en quién te acordaste?
Te acuerdas de la gente que más cerca tienes y fue una alegría enorme, porque el trabajo realizado, el sueño de cualquier niño, sobre todo de aquí de la cantera del Real Madrid, es poder llegar al primer equipo. Fue una sensación increíble que traté de compartir con amigos, con la gente más cercana que ha estado ahí en esos momentos cuando no todo iba tan bien. También esto es parte de ellos y les agradezco el haber estado cerca y haberme animado en esos momentos más difíciles.
También dicen que esta camiseta del Real Madrid pesa mucho llevarla, ¿sentiste y sientes también esa presión o esa responsabilidad que tiene?
Todos sabemos que llegar al Real Madrid es totalmente diferente a cualquier otro equipo. Llegar aquí y representar estos valores, tanto dentro como fuera del campo, es algo increíble, más todavía porque he sido madridista desde pequeño. Por eso para mí es sobre todo una alegría y una emoción el poder ponerme cada día esta camiseta o esta ropa. Ojalá pueda defenderla por muchos años.
¿Cómo es un día normal tuyo?
Me levanto temprano y la mayoría de los días me gusta venir con tiempo al entrenamiento, hago mi activación en la sala de calentamiento o en el gimnasio. Hago el trabajo preventivo de lo que me toque en cada momento, porque hay que preparar un poco el cuerpo para el entrenamiento y en él salir, disfrutar y tratar de rendir lo mejor posible en el campo. Luego sigo fortaleciendo con algún tipo de trabajo específico en función de la carga que hayamos tenido.
Después como aquí en Valdebebas o me llevo la comida para casa y ya por la tarde estoy tranquilo, doy una vuelta y la aprovecho para descansar todo lo posible para el día siguiente estar a tope de nuevo.

¿Y qué se vive dentro del vestuario? ¿Cómo explicas lo que se vive en el equipo?
La verdad es que es un grupo increíble. Hay mucha gente joven y también algunos con los que yo había coincidido en otras categorías. Con otros tuve la suerte de disfrutar de ellos cuando estaba en el Castilla y subía a entrenar. Es un grupo con muchísimas ganas, tanto los jóvenes como los que llevan más tiempo en el club. Un grupo muy compacto, hay una buena balanza entre todos y cada uno de los que pertenecemos al equipo. Y luego también por parte del cuerpo técnico, de los trabajadores, hay mucha ambición y ganas de hacer cosas grandes. Esto es lo bonito de este club.
¿Algún jugador o jugadores con los que tengas más afinidad o amistad dentro del vestuario? Sobre todo, con los españoles, con Dani Carvajal, Joselu, Nacho, Lucas Vázquez, Brahim que es de mi quinta. Coincidí también en las categorías inferiores con Fede Valverde, con el que estuve en la Youth League, con todos los que tuve la posibilidad antes de compartir vestuario y entrenamientos. Como he dicho antes, al ser un grupo tan joven hay muy buena afinidad, no solo con los españoles, sino con todos. Al final, es lo que tratamos de hacer, que no sea solo una relación de compañeros de equipo y de trabajo, sino que haya un buen rollo dentro y fuera del campo, que eso es muy importante. Con Tony Kroos, con Luka Modric compartes cosas, con todos los compañeros y hay que tener buena afinidad, es lo bonito e importante en un deporte colectivo.
¿Y con el entrenador Carlo Ancelotti?
Con él muy bien. Solo tengo palabras de agradecimiento por haber confiado en mí para estar aquí este año y por contar conmigo para tratar de dar la mejor cara o la mejor versión, tanto para el equipo como para mí. Ojalá pueda devolver esa confianza ya no solo por el míster, sino también por el cuerpo técnico, directiva y los aficionados.
De momento, has empezado jugando y teniendo muchos minutos en el campo en este inicio de temporada. ¿Lo esperabas así cuando llegaste?
Lo que esperaba era aportar lo máximo posible cuando jugara. Al final, todos tenemos ganas y todos tenemos esa ambición de querer jugar lo máximo posible, pero sabemos que aquí en el Real Madrid hay mucha competencia. Tenemos una plantilla muy larga y hay muchas competiciones, por lo que queremos estar vivos en todas hasta el final. Yo estoy seguro de que va a ser un año muy bonito.
Si antes soñabas con llegar el Real Madrid, algo que ya es realidad, ¿toca soñar ahora con levantar una Champions?
Ojalá y pueda levantar los máximos títulos posibles. Como ya he dicho, hay que tratar de estar vivos hasta el final de las competiciones, porque el Real Madrid es lo que exige y lo que busca, tratar de levantar la Liga, la Copa, la Champions, la Copa del Rey… todas las competiciones que tenemos por delante porque esto es el Madrid, ganar y ganar y tratar de llevarte todos los trofeos a casa.
Justo el día de su presentación con el Real Madrid recibiste por primera vez la llamada de la selección española absoluta, con la que fuiste campeón de la Liga de Naciones aunque no debutaste. A final de esta temporada está la Eurocopa, ¿te ves en ella defendiendo a ‘La Roja’?
La selección es un premio al trabajo realizado en el día a día y ahora mismo estoy enfocado en el Real Madrid. Lo que venga de la selección, yo estaré encantado de poder representar a mi país, de poder defender los colores. Ojalá pueda poder vestir más la camiseta de la selección española.
Volviendo a tu pueblo, Bolaños está totalmente volcada contigo.
La verdad es que sí. Es cierto que cada vez se complica más poder ir allí, sobre todo por el calendario. Cuando voy la gente me muestra todo el cariño y es increíble ese acogimiento que recibo cuando bajo por allí. El poder estar con la familia, con los amigos es muy bonito, más cuando no tengo mucho tiempo de poder disfrutar de ello, por lo que también aprovecho allí para desconectar un poco la cabeza.
Por último, ¿qué les dirías a esos niños y niñas de Bolaños y de toda la provincia de Ciudad Real a los que ahora les gustaría ser Fran García y poder jugar en el futuro en el Real Madrid?
Que hagan lo que más les gusta, que disfruten, que pasen tiempo con los amigos jugando al fútbol. Parece que ahora se ha perdido eso de vamos a las canchas, vamos al campo de fútbol. Es como que se ha distorsionado un poco ese mundo y no hay que perderlo, porque es muy bonito disfrutar con los compañeros de clase, con los del equipo… También que no se pongan ninguna presión, las cosas llegan, no hay que buscarlas. Solo tratar de disfrutar jugando al fútbol, es lo más bonito que hay.