El Atlético Tomelloso volvió a la senda del triunfo y lo hizo con remontada incluida tras sobreponerse a ese 1-2 que campeaba en el marcador en tiempo de descanso. Un gol de Antonio León a quince minutos del final dio la victoria al conjunto auriverde. Tras el pitido final, Julián Espinosa apretaba los dos puños al aire y se dirigía a la afición en forma de agradecimiento. Todo eran besos y abrazos en un Paco Gálvez que dejó a un lado los pitos y las críticas y se entregó a muerte por su equipo.
Ya en rueda de prensa, el técnico interino, que no pudo sentarse en el banquillo al no tener la ficha tramitada, comentaba que “el equipo estuvo enchufado desde el primer momento. A pesar de encajar esos dos goles, el equipo ha creído y ha crecido hasta el final. Hoy (por el domingo) la victoria no podía quedarse en el bando contrario. En el descanso no les he dejado caer. La consigna era clara porque apenas teníamos que corregir nada”. Pero por encima de todo, el entrenador se quedaba “con el trabajo de mis jugadores después de una semana complicada. El equipo se merece un diez”.
Hizo tres cambios significativos Espinosa con respecto a onces pasados y apuntaba que “los que han salido nuevos han aportado mucho. Antonio León nos da mucha seguridad en el juego aéreo. Loren era un futbolista importante y se fajó y lo hizo bien. Y luego Javi Fernández tiene eso que nos ha dado hoy, una gran calidad. No solo los cambios, sino que todos eran aptos para jugar”, es decir, que “hemos visto la mejor versión de todos”.
Sobre el sabor que le dejó la victoria, Juli reconocía que “me sabe a la confianza que me ha mostrado la gente de Tomelloso. Me han alentado y me han dado muchos ánimos. Recibí muchos mensajes de ánimo y es una manera de devolver esa confianza a la afición. Si remamos todos en la misma dirección es mejor para todos”.
Hablando de su continuidad, y con su deseo de seguir, pasaba la pelota a su junta directiva. “Esa decisión no es mía, es de la junta directiva. Soy un hombre de club y soy entrenador del Juvenil Nacional. La tengo que aprovechar esta oportunidad y tengo que enchufar al equipo para quitar esa mentalidad negativa. Estaremos a lo que nos digan y ya está”.
Sobre el trabajo realizado hasta la fecha, el preparador auriverde hacía hincapié en que “el trabajo psicológico y motivacional era el más importante y el que teníamos que pulir. La calidad del jugador está, pero había que cambiar la mentalidad. A pesar de lo que pasó en la primera parte, el equipo creyó y confió”. Además, aseguraba que “el equipo ha cambiado en la intensidad del trabajo de los jugadores y se notó a medida de que iba llegando el partido”.
Sobre la decisión del árbitro de no dejar sentarse al técnico, Juli indicaba que “entiendo al árbitro en este aspecto porque es una situación provisional. Al final te conocen y te tienes que salir fuera”. Por último, hablaba de Antonio León tras su buen partido realizado y el gol tan importante que supuso la victoria del equipo. “De Antonio León sabemos muy bien sus virtudes. Teníamos que apostar por él tanto en defensa como en ataque. Tenemos un seguro de vida. Lástima no haber podido contar antes con él”.