El empate sin goles entre Almagro y Marchamalo deja a los dos equipos en una situación complicada. El descenso está a siete puntos en el caso de los encajeros, a ocho en el de los gallardos. El problema viene del norte, de Toledo. Los verdes están en puestos de descenso, lo que significaría un arrastre y quedarse al socaire de posibles ascensos. Eso deja el descenso momentáneo a dos puntos del Almagro, cuyo calendario final no es nada sencillo: Villarrubia, Conquense, Socuéllamos, Guadalajara y Mora. “No estoy contento”, confesaba tras el choque el entrenador calatravo, Kiko Vilches, “habíamos marcado en rojo este partido y no hemos conseguido ganarlo. Nos cuesta ofrecer en casa la imagen que damos fuera”.
En su análisis, Vilches explicó que su equipo se había “resentido de la lesión de Pirri (a los 15 minutos). Habíamos hecho un buen inicio, con un par de oportunidades claras de Pablo. Ramírez ha hecho un gran trabajo, pero nos ha costado un poco encontrar de nuevo el ritmo tras la lesión de Pirri. Luego, en la segunda parte especialmente, no hemos sabido leer el partido. Hemos buscado demasiado el juego directo y no siempre es buena idea. Cuando más peligro hemos creado es cuando hemos jugado por la banda. Por eso los cambios, pero no hemos tenido suerte, aunque yo creo que al menos nos hemos merecido al menos un gol”.
Vilches estaba contrariado por no haber sacado los tres puntos, pero se mostraba cautelosamente optimista. “Esta semana vamos a Villarrubia y, ¿por qué no podemos ganar? Este equipo puede hacerlo. Así que vamos a preparar bien este partido y los restantes para intentar cumplir el objetivo”, explica el talaverano.