La jornada no fue mala para el Almagro. Tampoco la mejor. Los encajeros tuvieron en su mano tres puntos importantes ante el Quintanar del Rey, pero en la segunda parte perdieron dos y sufrieron para conservar uno. Las derrotas de Almansa y Pedroñeras, entre otros, minimizaron el efecto de haber perdido los dos puntos en la primera de las cinco finales consecutivas que encara el Almagro en este tramo de la temporada.
“Teníamos el partido encarrilado. Habíamos marcado en una jugada de estrategia que habíamos ensayado durante la semana”, explica el míster del Almagro, Kiko Vilches, “pero no supimos leer el partido en la segunda parte. El Quintanar buscaba a Ibou y le hicimos muchas faltas, con lo que a balón parado nos fueron metiendo atrás hasta que consiguieron el empate”. “Nos fuimos”, continúa Vilches, “con un sabor agridulce, porque ganar hubiera sido muy importante. Nos habría sacado del descenso”. Quizás lo mejor de la jornada es que se prolonga la pésima racha del Quintanar y del Almansa, que no ganan desde noviembre. Precisamente los albaceteños son los siguientes visitantes del Manuel Trujillo. Par Vilches se trata de “una nueva final. En casa no hemos dado la talla y hay que ganar o ganar. No valen excusas. Si lo hacemos, salimos del descenso y viajaremos a Madridejos en una situación mejor. Si no, nos metemos en un lío”.
En el platillo del debe, el choque de San Marcos dejó un problema considerable en el puesto de central. Fue expulsado Carlos García, Carlos Ramos vio la quinta y Pedro sufrió un golpe que, más que probablemente, le impedirá jugar el domingo. “Tengo una plantilla polivalente. A ver si se recuperan Moraga y Santana para poder construir una defensa sólida”, dice el técnico talaverano, consciente de la importancia de los encuentros que se avecinan.