Raúl Fernández
Ciudad Real
El Manzanares sigue metido en la pomada. El empate logrado en casa este pasado domingo ante el Talavera (1-1), con un gol de Juanpe en el último minuto y cuando tenía un hombre menos en el campo por la expulsión de Chule, ha aumentado la dosis de confianza de un conjunto que es sexto, a dos puntos del play off de ascenso.
Para más motivación, el Manzanares ha llevado esa confianza propia a la afición. “La respuesta del equipo y de la afición fue muy emocionante. Hacía tiempo que no veía desde el banquillo una comunión equipo-afición tan perfecta”, señala el técnico Guillermo Alcázar, que asegura que sus jugadores “dan la cara, son competitivos y trabajadores y eso el público lo está reconociendo”.
Fiel a su prudencia, Guillermo no quiere mirar la tabla clasificatoria y aboga “por seguir dando ruido” en la competición. Finalmente, el míster manzanareño opinió que la roja que vio Chule, en el minuto 88, “fue excesiva, aunque tendría que ver las imágenes”.