Área11
San Sebastián de los Reyes
No hay manera. El Socuéllamos volvió a perder lejos de su feudo en un encuentro incómodo, marcado por la lluvia y el mal estado del campo, y que se decidió en un detalle, un error de Kevin Ulbrich al ‘comerse’ un disparo lejano de Mancebo ya en el tramo final, donde el arquero pecó de manos blandas y el esférico se acabó colando en el marco socuellamino. Quizás a los puntos mereció más el equipo de Ángel García Cosín, pero tuvo muy poca pólvora arriba y, para más inri, sufrió otra baja en la zona de ataque con la lesión de Óscar Martín. Todo desgracias en la matinal en San Sebastián de los Reyes y el equipo que continúa así al borde del precipicio con 29 puntos.
Muy poco peligro en el primer periodo, 45 minutos marcados por la lluvia que fue poniendo dificultades a medida que pasaban los minutos, ya que el campo se fue poniendo peor, incluso con algunos charcos en las bandas.
El Socuéllamos trataba de tocar mejor en los primeros compases, ante un Sanse bien pertrechado atrás y que buscaba llegar más con balones en largo. Poco peligro en las áreas en los minutos iniciales, hasta que Kevin intervino con acierto en una llegada local por la diestra, con peligroso centro raso de Saúl. La respuesta de los socuellaminos fue un testarazo alto de Pau Franch.
Tocaban mejor los de García Cosín en la medular, pero había más verticalidad en el Sanse ya que al Socuéllamos le faltaba ese último pase filtrado con acierto. Peligro de los locales a los 33 minutos, en una falta en el vértice del área con disparo de Sergio Ortiz que sacaba Kevin con los puños. La jugada prosiguió, y Toni Arranz tuvo cerca el gol en un chut cruzado que se iba fuera por poco.
Pau Franch era la referencia en ataque de los manchegos, que se vieron obligados a un cambio cuando Óscar Martín, con varios minutos ya renqueante, estaba obligado a dejar su sitio a Carlos García, que debía actuar como interior. Franch probaba desde la frontal tras una buena internada por el carril central, pero Raúl Moreno atajó con seguridad. La última opción del primer acto fue para el local Mancebo, que se revolvió y disparó cerca de la escuadra de Kevin, desviado. Con la lluvia arreciando se llegaba al intermedio, sin goles.
Nada más comenzar la segunda mitad, Kike Domínguez obligaba a intervenir de nuevo al meta sansero. El campo estaba cada vez peor y el Socuéllamos jugaba con fuego con la táctica del fuera de juego. Pero eran los visitantes los que tenían mayor posesión del cuero, ocupando mejor la medular.
De nuevo Kike probaba con una falta directa que se marchaba por encima del travesaño, preludio de la mejor opción manchega de gol. Un balón colgado al área local desembocaba en una doble oportunidad para Alex Cortell y Kike Domínguez, que sacaban entre el meta y la defensa de los madrileños.
Y crueldades del fútbol, la respuesta local fue el único gol de la lluviosa matinal. Mancebo recogía el esférico en la frontal, algo escorado en el lado diestro del ataque, y su zapatazo a media altura se le colaba a Kevin Ulbrich, manos blandas del arquero que pareció dudar si blocar o despejar de puños. El esférico acabó dentro.
Buscó el empate a la desesperada el Socuéllamos, con una gran oportunidad para Kike Domínguez seis minutos más tarde. Su disparo desde la frontal rozó en un central del Sanse y se perdió a un palmo de la meta local.
Lo que pudo llegar fue el 2-0 en un par de contras claras de los madrileños. En la primera, centro desde la izquierda y testarazo perfecto de Fer Ruiz que tocó en el poste, botó diabólicamente a tres dedos de la raya de gol y se acabó estrellando en el otro poste, sin llegar a entrar, y en la segunda opción, Negredo se precipitó con un chut desde fuera del área que se fue alto.
Al final, el acoso del Socuéllamos no obtuvo premio y el equipo, un día más, regresó de vacío en una nueva salida.