El Calvo Sotelo de Puertollano logró en Albacete la primera victoria del curso a domicilio. Con once puntos en su casillero, el equipo industrial está a un pasito de los cuatro primeros después de un comienzo difícil y competitivo. Ante tantos partidos seguidos, y teniendo en cuenta el partido entre semana ante el Almansa, Darío tenía muy claro que necesitaba hacer cambios para refrescar las piernas de los suyos. Y los cambios no le pudieron salir mejor.
Con Ribalta en el banquillo, el técnico industrial apostó por una defensa correosa dadas las reducidas dimensiones de la Ciudad Deportiva. Por otro lado, dejó en el banquillo a dos pesos pesados como Usero y Carlos López para recargar las pilas de cara al calendario que se avecina. Salieron entonces dos jugadores que apenas habían participado hasta la fecha como Juanfri y Culebras. Junto a Víctor en la medular, el tridente hizo un partido muy serio dejando claro que todos los jugadores suman y que todos son importantes. Arriba, gran trabajo de Valdivia, Abraham y Barbero que bien pudieron marcar más goles y a los cuales les falló la puntería.
Tras finalizar el encuentro, Darío Martín hacía una valoración del encuentro para comentar que “hicimos una buena primera parte a pesar del viaje y del madrugón. Parece fácil, pero estoy muy contento con los míos. El gol nos dio mucha confianza y jugamos como nosotros queríamos. Lástima de las ocasiones claras que tuvimos para habernos ido con un marcado más abultado al descanso. Pudimos hacer el 0-3, pero con el 1-2 se metieron en el partido y terminamos sufriendo, pero son tres puntos muy merecidos”.
Con el segundo partido a domicilio a la vista, el técnico industrial reconocía que “era fundamental conseguir los tres puntos porque teníamos dos partidos seguidos lejos de casa y los necesitábamos para afianzar el trabajo y la confianza. Afrontamos ahora una semana divertida y viajaremos a Illescas con confianza y sin complejos”.
Por último, sobre los cambios realizados respecto a otras jornadas, Darío subrayaba que “estoy contento porque somos una plantilla competitiva y pareja. Al tener dos o tres partidos en la semana necesitábamos refresco. Aquí no regalamos nada a nadie, pero los chavales han demostrado que están cuando les necesitamos. Eso nos da competitividad y es un aviso para que nadie se relaje”.