Maxi Sáez es un presidente tranquilo dentro de lo que es estar en uno de los clubes con más solera de Castilla-La Mancha. Reconoce tener virtudes como la paciencia y la prudencia en un año donde la Tercera RFEF ha visto hasta la fecha hasta siete cambios en los banquillos. El Calvo Sotelo, en este caso, no está donde a Maxi y a la afición industrial les gustaría, pero es consciente de la dificultad de la categoría y aboga por una cabeza fría a la hora de tomar decisiones. De momento, mantiene la confianza en su entrenador, Esteban Becker, y está satisfecho con la plantilla que tiene, aunque también reconoce que “hay jugadores que todavía tienen que mostrar su mejor versión”.
A las puertas de un año nuevo, y en el último año de esta legislatura, el presidente del Calvo Sotelo confía, al menos, en jugar el play off de ascenso. Y por otro lado, no dice ni que sí ni que no a si se volverá a presentar a las elecciones a la presidencia. Eso sí, manda un mensaje a otros clubes de cara a si se ofrecen algunos inversores.
– Después de un inicio de temporada algo irregular, llega el parón de Navidad, ¿cómo cree que le viene al Calvo Sotelo?
Nos viene bien por desconectar y para que los jugadores desconecten y carguen las pilas, pero por otro lado, nos corta la inercia positiva que llevábamos con los últimos resultados.
– ¿Está siendo lo esperado para usted o esperaba más de su equipo este año?
El curso lo empezamos con mucha ilusión y buenas perspectivas, con buenos jugadores, pero ya sabemos que en el fútbol dos más dos no son cuatro. El error fue crearnos unas expectativas por encima de lo que verdaderamente había. Había jugadores que venían con muy buenos informes, pero también es cierto que a algunos les está costando adaptarse. Ese pasito adelante y esa confianza puede ser el mejor fichaje de invierno.
– ¿Cree que su equipo puede dar más de sí o es víctima de la igualdad de la categoría?
Estoy convencido de que podemos dar más porque hay jugadores que todavía no han demostrado lo que verdaderamente son. No podemos obviar que hay una igualdad tremenda en la categoría. Va a estar muy complicado y muy reñido de aquí al final de temporada porque hay mucha igualdad.
– Dicen que la paciencia es una virtud. ¿Habéis tenido paciencia en los momentos críticos con Esteban Becker o, simplemente, tenéis los pies en el suelo y el presupuesto ajustado a la perfección?
Aunque en alguna ocasión me he equivocado, la paciencia y la prudencia son dos virtudes que he tenido y tengo. Independientemente de lo económico o no. Al final, la experiencia te dice que los cambios arrastran otras cosas y tampoco te garantizan nada. A la hora de tomar una decisión hay que tener paciencia y prudencia.
– Hasta siete cambios de entrenadores ha habido en el Grupo XVIII de Tercera RFEF. ¿Nos hemos vuelto locos o es señal de que cada club va a pelear por sus objetivos hasta el final?
Nos estamos volviendo locos. Y yo no quiero volverme loco. Todos buscamos un objetivo. Puede haber un revulsivo con algún jugador, pero es complicado. Además, se está pagando una barbaridad en muchos casos.
– ¿Es necesaria la figura de un director deportivo en Tercera RFEF?
Estoy convencido de que en Tercera es innecesario, sobre todo, si quieres mantener ese equilibrio económico. Con la lucha y la igualdad que hay ahora mismo, pues quizá, pero hoy en día todos conocemos a los mejores jugadores. Prefiero un entrenador que conozca la categoría y que tenga su cartera de jugadores.
– Estamos en la quinta categoría del fútbol español. ¿Cree usted que es sostenible?
Para el club que no haga los números bien, no es sostenible. Nosotros tenemos los pies en el suelo y con el presupuesto ajustado a la realidad. Y siempre hay que tener un margen por si hay algún imprevisto, como el caso de Giuliano, y no pegarte el batacazo. Ahora hay muchas subvenciones, pero con eso no se puede contar porque lo mismo llega en mayo, en junio o en verano.
– Para que sea sostenible, quizá, es importante el apoyo de la afición. ¿Cree que la afición del Calvo Sotelo es una de las más exigentes?
La afición del Calvo Sotelo es incondicional, pero exigente. El ejemplo lo tienes en Villacañas, con el presupuesto que tienen y el proyecto que hicieron y se presentaron en Puertollano con varios juveniles. Si eso pasa aquí, nos hubieran criticado. Entiendo a la afición perfectamente, pero hay que adaptarse al momento. En cualquier caso, prefiero esta afición exigente porque así nosotros nos exigimos más.
– La pregunta del millón. El próximo 2024 hay elecciones. ¿Se volverá a presentar a la presidencia del Calvo Sotelo?
A día de hoy estoy muy tranquilo. Si te digo la verdad, no he pensado nada. Es cierto que ya llevamos un tiempo y me gustaría que hubiera un relevo en la línea que llevamos nosotros o mejorarla, pero también me da miedo que venga alguien de por ahí y se cargue todo lo que hemos hecho en estos años. Vamos a terminar la temporada, haremos un análisis y pensaremos qué es lo mejor. Es cierto que han llamado posibles inversores y gente de fuera, pero cuando le dices que no hay deuda, se echan para atrás.
– ¿Desgasta mucho mentalmente ser presidente de un club como el Calvo Sotelo?
Depende de cómo te lo tomes. Yo soy paciente y prudente. Tiene su desgaste, pero es un desgaste que se puede sobrellevar si tienes los pies en el suelo y no haces caso a todo lo que se mueve.
– ¿Le ha faltado algo por hacer o conseguir en estos años de legislatura?
Sí que tengo alguna espinita clavada y es no haber conseguido estar en Segunda RFEF. Si llegamos a conseguir la permanencia aquella temporada del descenso, hoy estaríamos en Segunda RFEF. Hicimos una buena primera vuelta en un grupo muy complicado y exigente.
– ¿Qué le pide al 2024?
En lo deportivo, jugar play off y que no haya más lesiones que mermen el objetivo. Y en lo humano, que haya paz de una vez por todas.
