El Manchego está de nuevo parado. Un positivo por COVID-19 en su plantilla detectado el pasado viernes ha dejado por imposición de Sanidad diez días en aislamiento domiciliario a los jugadores. El choque de este pasado fin de semana ante La Roda fue aplazado y también lo será el próximo en Almansa, ya que el equipo no podrá volver a entrenar en grupo hasta el lunes 7 de diciembre. Tres encuentros tendrá pendiente el equipo mancheguista, los ya apuntados más otro que arrastraba frente a La Solana.
La impotencia es grande en el seno del equipo, tal y como expresa su entrenador, Míchel Carrilero: “Esto no hay cuerpo que lo aguante”. “Apenas hemos podido competir (solo habrá disputado tres partidos en siete jornadas) y cuando lo hemos hecho ha sido en inferioridad con respecto a los rivales, que llegan más rodados”, sentencia el madrileño, que asegura que “en esto del fútbol es importantísimo el día a día y así es imposible tener el ritmo de competición que hace falta”.
El Manchego mostró públicamente su malestar con el protocolo que sigue Sanidad en Castilla-La Mancha, que en caso de algún positivo deja a todos los jugadores si son contactos estrechos durante diez días en ‘cuarentena’ aunque hayan dado negativos. Un hecho que también Míchel considera inexplicable: “No entendemos que en Tercera División, ahora con los test obligatorios que se han impuesto, se tenga en cuenta un positivo y no 20 negativos. Si en Primera o Segunda División a ese positivo se le aisla y el resto que den negativo siguen trabajando, no sabemos por qué no se hace así”, argumenta el entrenador, al que no le queda más remedio que acatar ese protocolo y armarse de paciencia sin entenderlo.
Este es el segundo confinamiento que sufre el Manchego, tras que el tuvo que hacer al principio de curso por casos positivos en su último rival de pretemporada, el Don Benito. Ahí se aplazó su choque ante el Calvo Sotelo que fue recuperado la pasada semana (1-1). Después estuvo varias semanas sin jugar por positivos en La Solana y un descanso obligado marcado por el calendario de la competición y ahora volverá a estar hasta 14 días sin jugar y diez sin entrenar. Si todo va bien, ya que los jugadores tendrán que pasar nuevas pruebas PCR, el grupo se juntará el próximo lunes para preparar sin tiempo su próximo duelo liguero programado un día después, el 8 de diciembre, para recibir al Almagro en la octava jornada. “Es un problema, nos encontramos a rivales más rodados que nosotros”, reitera con impotencia y resignación Míchel Carrilero.