El Formac Villarrubia no atraviesa su mejor momento. El equipo de Miguel Aroca, tras dos salidas consecutivas saldadas con dos derrotas, se ha colocado en tierra de nadie, en mitad de la tabla y con todas las opciones del mundo tanto por arriba como por abajo. Sin embargo, en el seno del club blanquiazul, muchos ven el vaso medio lleno y otros, medio vacío.
24 puntos tiene en su casillero el equipo blanquiazul cuando se han disputado 18 jornadas y queda, prácticamente, toda una segunda vuelta por delante. A día de hoy, el Villarrubia está once puntos por encima del descenso, pero con el fantasma de los posibles arrastres en el aire. Pero también es cierto que los de Miguel Aroca, en su peor momento, están a cinco puntos de los puestos de privilegio.
Sin embargo, más que los resultados o la clasificación, lo que más parece preocupar en la parroquia del Nuevo Campo son las sensaciones del Formac Villarrubia, un equipo que no marca gol desde el pasado 3 de diciembre frente al Azuqueca (el gol de la victoria ante el Cazalegas fue en propia puerta) y que acumula una victoria en los últimos cinco encuentros o dos victorias en los últimos nueve encuentros. Cuestión de perspectivas.
Sea como fuere, José Luis Urda, presidente del club blanquiazul, ya apeló a la tranquilidad y mostró su apoyo a la figura de Miguel Aroca. Sin embargo, el runrún de la grada es cada día más fuerte y este próximo sábado, frente al Huracán de Balazote, el Formac Villarrubia tiene una nueva oportunidad para volver a la senda del triunfo y alejar todos los fantasmas.