Raúl Fernández
Ciudad Real
Al Formac Villarrubia le ha mirado un tuerto esta temporada. Es cierto que el equipo, con el objetivo de inicio de jugar el play off de ascenso, no está rindiendo en este tramo inicial del curso al nivel esperado, pero a ello contribuye el elevado número de lesiones que está acusando la plantilla. Y eso de momento está perjudicando el trabajo del técnico Félix Pérez.
El pasado domingo, en el empate del Villarrubia en Munera (1-1), cayeron lesionados dos futbolistas más. Y uno de gravedad, Rubén Gómez, que tendrá que pasar por el quirófano. Ocurrió en los primeros minutos del duelo, cuando, en una acción desgraciada, el delantero puertollanero fue a cubrirse con la mano un balonazo en el estómago. El golpe fue duro y el futbolista se rompió el radio, una fractura con desplazamiento que le obliga a tener que ser intervenido quirúrgicamente, algo que podría ser este martes. Tras la operación se calcurará el tiempo que Rubén Gómez estará de baja, pero parece seguro que serán varios meses.
El otro jugador villarrubiero que tuvo que ser sustituido por lesión en Munera fue Juanfri. El centrocampista notó unos problemas musculares en el abductor y dejó el campo en el descanso. Habrá que esperar a conocer el alcance de esa lesión y su evolución durante la semana.
“Se nos torcieron otra vez las cosas con estas lesiones. El primer tiempo controlamos bien el partido, pero hubo que modificar todo con los cambios. Entraron jugadores que tuvieron que jugar en puestos no habituales para ellos y eso no beneficia al equipo. En la segunda parte se abrió el partido y en un saque de esquina nos empataron”, lamentó el técnico Félix Pérez.
El Villarrubia ocupa la decimoquinta plaza con siete puntos de 21 posibles. “Es normal que la afición exija mejores resultados, pero la directiva está sin dudas porque está viendo cómo trabaja el equipo y la mala fortuna que estamos teniendo con las lesiones”, cerró Pérez.