El derbi de La Mancha entre el Socuéllamos y el Atlético Tomelloso se vivió con mucha tensión, tanto en el campo como en los banquillos. Los dos equipos se jugaban mucho. Los locales siguen aspirando a lo máximo y no pueden fallar. Los visitantes no han rubricado aún la permanencia y por delante tienen un calendario complicado.
En ambos banquillos, dos hombres con carácter, que viven con pasión el fútbol. En los auriverdes, Darío, uno de los entrenadores más queridos en la provincia. En los azulones, Manu Calleja, cuya trayectoria le avala. El técnico socuellamino lleva algún tiempo tenso, con declaraciones muy claras, algunas, como la de la pasada semana, señalando a los árbitros.
En el duelo ante el Atlético Tomelloso, los socuellaminos se quejaron de que los visitantes perdían tiempo. Ureña adelantó a los tomelloseros y Jacinto empató siete minutos después. Fue entonces cuando Manu Calleja celebró el tanto y como puede verse en el vídeo se dirige al banquillo tomellosero, donde se levanta Buyo para recriminárselo, sin que Darío se dé cuenta hasta el final.
Al finalizar el partido, el entrenador del Atlético Tomelloso le recriminó su actitud y hubo alguna palabra más alta que otra. En la rueda de prensa posterior, Darío alabó el trabajo de su compañero en los banquillos, pero también añadía que “cuando celebro los goles los celebro con mi equipo y no voy al banquillo rival a decir: “toma, que con un equipo de play off estás casi en descenso. Hay detalles que hay que cuidarlos. Manu es un gran técnico, pero hay detalles que no pueden ser”.
Calleja, por su parte, le quitó importancia a lo sucedido y explicó que no había “nada, yo me llevo de lujo con él, hemos quedado para echar unas cervecitas, un mus y el que pierda paga, no ha pasado nada”.