Literal y no es para menos. Socuéllamos se debate entre lágrimas por qué su equipo ha sufrido este destino tan cruel e injusto, ya que el equipo de Manu Calleja perdía en la última eliminatoria ante Unionistas de Salamanca el ascenso a Segunda B después de unos play off impecables, y en esas estuvo hasta el fatídico minuto 93 de partido en el que el colegiado Valero Alonso señalaba una pena máxima más que dudosa que finalizaba con el sueño de los azulones de regresar a la división de bronce un año después de haberla perdido.
Hay que estar muy seguro o muy condicionado para juzgar así una acción cuando tan controvertida en la que un jugador se deja caer entre un mar de futbolistas que en primera instancia es hartamente complicada de evaluar. Si no se está seguro de ver algo no puedes asegurar que se haya producido como tal a menos que confluya la segunda opción que apuntamos.
Esto cuando antes, el Socuéllamos ya había pagado con un gol en fuera de juego y otro también de penalti. Y si nos remontamos al partido de ida, cuando los azulones ganaban 1-0 a los charros, tampoco el arbitraje benefició ni mucho menos los intereses socuellaminos, que bien pudieron dejar la eliminatoria sentenciada.
Un panorama desolador
Pero el panorama que quedó en Las Pistas del Helmántico era desolador. Jugadores rotos, llorando sin consuelo posible de sus familiares y aficionados, indignados e impotentes con el desenlace. El presidente Jordi López totalmente hundido consciente d que todo el trabajo de una larga temporada de mucho sacrificio, cae por la borda y toca su fin de la peor manera.
Expulsiones fuera de partido
Además, el partido dejó un reguero de expulsiones consecuencia de lo sucedido como la del portero Óscar Barrantes en el descanso, Ramón y Kike Domínguez al finalizar y hasta el delegado Domingo Alumbreros, con un impecable currículum, todavía sin saber el motivo.
El Socuéllamos fue sangrado en Salamanca y para colmo queda el poso chirriante del cambio de colegiado tres días antes del encuentro.
Manu Calleja indignado
Uno de los más enteros aparentemente en estos momentos tan duros era el entrenador, aunque nos consta que a posteriori tampoco fue así, de esta manera, Manu Calleja lamentaba que “he visto las imágenes y no es penalti, tienes más ocasiones, más dominio en Socuéllamos, fuimos superiores, el primer gol también es fuera de juego y un paisano de Cantabria (en referencia al árbitro) me manda para casa” y aunque todo está todavía muy caliente y tiempo habrá en los próximos días para valorar todo lo sucedido “veremos lo que pasa en el futuro, será cosa del club pero hay que valorar el trabajo de mi gente, de los chicos, de la directiva y sobre todo de la afición, que ha sido increíble. Estamos jodidos porque nos han robado claramente y podíamos estar en Segunda B porque no hemos sido inferiores en ningún momento, a veces hay factores en el mundo del fútbol que no se pueden controlar y el factor arbitral no sé quien lo controla pero yo no y ha pasado lo que ha pasado”.