El Manzanares tiene este domingo la oportunidad de batir todos los récords en la historia del club. Si el equipo franjiblanco gana o empata, acumulará 23 partidos invictos, algo que ningún equipo en la historia del Manzanares CF ha conseguido. Parece fácil o fruto de la casualidad el papel impresionante que está haciendo el equipo de Rubén Chamero, un entrenador con apenas 31 años que tan solo había entrenado en categoría juvenil, ascendiendo, de esta manera, a su equipo a la Liga Nacional de Juveniles y rozar con la punta de los dedos la División de Honor.
Este año, Chamero fue el elegido para dirigir el barco del Manzanares. Sobre el papel, el objetivo era competir por los puestos altos de la tabla, pero jamás pensaron en la localidad llevar una temporada inmaculada como la que está firmando. Y es que tras 22 jornadas disputadas, el equipo franjiblanco lleva 17 victorias y 5 empates, pero lo que más llama la atención es que solo ha recibido 5 goles, convirtiéndose así, en el segundo equipo menos goleado de todo el panorama nacional, solo por detrás del Girona B que ha encajado 2 goles en la Preferente catalana.
“En Julio o agosto jamás hubiéramos pensado esto. El objetivo era luchar por la parte alta de la clasificación y tener opciones por jugar play off de ascenso. Tenemos un sistema muy contrastado, conocemos bien la categoría y creo que hemos firmado bien. Empezamos con un equipo de Preferente y luego nos reforzamos con hombres como Antonio León”, explicaba Rubén Chamero, un entrenador que reconocía que “no soy consciente de lo que estamos viviendo y espero que con el paso del tiempo lo sepamos valorar”.
Preguntado por las claves de esta racha inmaculada, el técnico del Manzanares subrayaba que “la clave se inicia en la planificación, en la idea del juego. El club me ha dejado trabajar libremente y hemos sabido reforzarnos. El vestuario es impresionante y eso suma. El vestuario es de 10 y como te digo, eso da sus puntos. El trabajo y la disciplina también son fruto de estos números”.
Hablando del futuro, Chamero tenía los pies en el suelo y no pensaba más allá del fin de semana. “No pensamos en el año que viene porque, a día de hoy, no sabremos dónde vamos a estar. Pensamos en el próximo domingo. El objetivo no va más allá de la siguiente semana”. Además, quería resaltar la dificultad de la categoría al señalar que “vamos líderes desde la jornada 1, pero San Clemente y Balazote están haciendo una gran temporada. Vimos peligrar el primer puesto hace unas semanas cuando firmamos dos o tres empates consecutivos. Por eso, no quiero ver que hay exceso de confianza y más aún cuando el Huracán de Balazote tiene un calendario más asequible”. Por lo tanto, finalizaba diciendo que “hay que ser optimistas, pero con precaución y respeto. Ahora todos se juegan mucho tanto por arriba como por abajo. Ojalá sigamos con la racha”.