Muchos son los deportistas que se encuentran confinados en casa debido al coronavirus intentando llevar la vida de la mejor manera posible, una de ellas es Gemma Arenas, la atleta almagreña de trail que lleva desde el viernes en su casa de Almagro junto con su marido el también atleta de trail, Agustín Luján y sus dos hijos. La temporada para estos dos atletas de trail también se ha paralizado como todas las competiciones y se encuentran concienciados y la espera que esto pase cuanto antes para volver a hacer lo que más les gusta.
Gemma Arenas admite que para ellos es «una situación un poco rara porque al ser deportistas de montaña normalmente entrenamos al aire libre y los fines de semana solemos competir y viajar o en su lugar salimos a entrenar, pero hay que ser conscientes de que es una situación peligrosa y crítica por lo que hay que concienciar a la gente para que se quede en casa. Creo que si lo hacemos entre todos esto pasará lo antes posible y podremos disfrutar de lo que realmente nos gusta».

En cuanto a las competiciones, Arenas, explica que «las que teníamos hasta finales de mayo las han aplazado y otras las han suspendido, hasta que esto no pase no sabemos nada más. El 4 de abril teníamos el Campeonato de España Ultra en Montseny que de momento se ha aplazado y otro en La Palma a principios de mayo. Suponemos que se realizarán después del verano, aún tienen que confirmar fechas».
Sobre el entrenamiento en casa, Gemma Arenas confiesa que ahora «estamos entrenando muy poquito al no poder salir al exterior, no tenemos cinta de correr, pero si tenemos un rodillo que estamos utilizando y sobre todo ejercicios de fuerza, también jugamos con los niños para hacer ejercicios de fuerza y movilidad para movernos los cuatro».
La deportista también confiesa que «los principales objetivos que teníamos de cara a estos dos próximos meses se han aplazado y también se ha ido un poco la motivación de entrenar, pero también nos vendrá bien descansar para cuando tengamos que regresar hacerlo con más fuerza, es como si la temporada se hubiera acabado y tuviéramos que empezar dentro de un tiempo la siguiente. Sí que es verdad que todo el tiempo que habíamos empleado y el esfuerzo se han desvanecido y no valen para nada, pero la situación es la que es y hay que ser conscientes, llevarlo lo mejor posible, entrenar lo que se pueda en casa y disfrutar de nuestros hijos que muchas veces no podemos durante el año por tanto viaje».