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1-0 (10´): Iván Hujo. 1-1 (46´): Soler. 2-1 (47´): Samu. 3-1 (56´): Iván Hujo. 4-1 (66´): Iván Hujo. 5-1 (73´): Iván, en propia puerta.
El Socuéllamos goleó en la matinal de este miércoles por 5 goles a 1 al colista San Clemente, ganó en estado anímico y volvió a meterse en play off, a expensas de todos los resultados de esta 32ª y antepenúltima jornada en el Grupo XVIII de Tercera RFEF.
El encuentro brindó dos partes netamente diferenciadas: tras un arranque impetuoso por parte de los locales que se saldó con el primero de los tres goles que anotó Iván Hujo, poco más tuvo ese primer tiempo, que finalizó con el conjunto de Jacinto ganando por la mínima al descanso. La segunda nada tuvo que ver con la primera: mucho más apasionante, con goles de todos los colores, con el San Clemente empatando contra todo pronóstico nada más reanudarse el encuentro y con un ‘Socu’ que, tras el tanto visitante, desplegó su mejor versión, liderada por un Hujo estelar, que se llevó el balón a casa en una mañana memorable y en la que los del Paquito Jiménez apabullaron a su rival endosándole cuatro goles más, para finalizar 5-1.
Una primera mitad que en cuanto a nivel y ocasiones fue de más a bastante menos. Visto el primer cuarto de hora, parecía que el encuentro versaría entorno a unos cauces mucho más ofensivos, sobre todo por parte del equipo local, que salió muy metido.
En el minuto ocho, el Socuéllamos no tardó nada en imponer su ley y su categoría como equipo, puesto que el portero del San Clemente, Adri – muy bien toda la mañana- se tuvo que emplear a fondo en la primera gran ocasión del encuentro: incursión por la banda izquierda y gran remate acrobático que desbarató muy bien el meta visitante.
Dos minutos después llegaría el primer tanto de la mañana en Paquito Giménez, obra del pichichi del equipo, Iván Hujo. En la segunda aproximación al área rival, el conjunto ciudadrealeño no perdonó, aunque Adri, volvió a estar portentoso. De nuevo, internada por la banda izquierda de Samu, cuyo remate certero, abajo, detuvo muy bien el meta, pero el rechace le cayo a Iván Hujo, que, tal y como se la encontró, hizo un escorzo y remató mordido, a la remanguillé, suficiente para que entrara llorando en la portería.

Tras este arranque primoroso, ni uno ni otro, ofrecieron más. De hecho, el San Clemente no disparó ni una vez entre los tres palos y se tuvo que conformar con algún acercamiento aislado, porque los locales estaban muy bien plantados sobre el verde, especialmente en defensa, aunque cuando llegaban a tres cuartos de campo, no se lo pensaban y sabían a la perfección lo que tenían que hacer: intentar robar rápido, presionar con ímpetu y finalizar vía centros o vía disparos.
Eran muy verticales los locales, pero transcurridos veinte minutos de contienda y superado el arreón inicial de los hogareños, ninguno de los dos terminaba de afianzar su juego ni su dominio, pero aún así el partido no era aburrido del todo, ya que daba la sensación que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento. Al final, la primera mitad concluyó con 1-0 con victoria local momentánea, justa por lo visto sobre el tapete.
Y la segunda mitad, lejos de ser una prolongación del final de la primera, empezó con un color totalmente distinto al previsto. Y a ello contribuyeron ambas escuadras, que salieron mucho más activas tras el paso por vestuarios.

Para empezar, Jovi, el entrenador visitante introdujo a Rossi por Checa, que puso patas arriba el arranque del segundo acto, pues transcurridos tan solo cuarenta segundos se inventó una gran jugada individual, se internó hasta la cocina, aún encimado por hasta tres rivales y se la puso con calma atrás a Soler, que sólo tuvo que empujarla para que pusiera las tablas. Empate contra todo pronóstico.
Aunque la alegría visitante duro lo mismo que una estrella fugaz, porque el Yugo reaccionó con calidad y ocasiones y a los 46 minutos pudo empatar con un gran disparo desde la frontal, pero de nuevo el meta del San Clemente, hizo un paradón tremendo.
La jugada siguiente fue el 2-1, en el minuto 47, obra de Samu, que, vestido de media punta, chutó desde la frontal en la jugada del córner, su remate fue al palo y luego entró. A partir del segundo del tercer clasificado, ya no hubo color, los locales fueron un rodillo que atropellaron a su rival.
El 3-1 y el 4-1 fueron obra, nuevamente de Hujo, que anotó un hat-trick y el número 18 en el campeonato, siendo sustituido a los 70 minutos con una gran ovación. Conviene detenerse especialmente en el tercero, porque el recurso técnico que empleó el delantero para zafarse del central y anotar un golazo desde el área pequeña, arriba de la portería de Adri, fue digna del mejor especialista. Y redondeó la mañana con ese triplete. Rendimiento extraordinario en el equipo ciudadrealeño el del número 11.
Obviamente los cuatro goles fueron una losa muy pesada para el colista, a quien no le quedó otra que resignarse e intentar que el boquete no fuera mayor, pero aún caería un quinto tanto: en propia puerta de Iván, tras un centro raso desde la derecha de Mois. Y así murió el partido.