El Manzanares CF lo tiene difícil. Muy difícil. Cuando faltan apenas once ornadas para que finalice la liga, el equipo de Kiko Vilches continúa colista de la clasificación a doce puntos de la salvación, un colchón demasiado difícil para lo que queda, pero que, como diría el técnico toledano “mientras hay vida hay esperanza”.
Perdió el Manzanares en su visita a Tarancón y lo hizo por 2-0 después de dar la cara durante los 90 minutos, pero un gol de Beltrán a los setenta minutos y otro desde el punto de penalti en el último suspiro, tiraron por tierra todas las aspiraciones de un equipo que no lleva una media nada buena; empata en casa y pierde fuera.
“Competimos bien hasta el minuto setenta y tuvimos nuestras opciones, pero en el pasada la hora de partido, cometimos un error en la marca y nos marcaron, un error que, como viene siendo habitual, nos está costando muy caro. Tuvimos una para empatar y llegamos con vida al final, pero nos remataron con el 2-0 de penalti al final del partido”, valoraba Kiko Vilches al finalizar el partido.
En este sentido, el toledano reconocía sin morderse la lengua que “somos conscientes de que tenemos problemas defensivos y que cada vez que nos marcan, nos venimos abajo. Además, está claro que empatar en casa y perder fuera no nos sirve para lograr el objetivo. Ojalá sigamos compitiendo así de bien y logremos el premio de la victoria. Mientras haya vida, no perderemos la esperanza”.
Mientras tanto, el Manzanares volverá al trabajo esta semana para preparar el derbi provincial del próximo sábado ante el Formac Villarrubia.
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